El líder del PP enciende la campaña con un discurso bronco en Soria y promete un plan integral para los autónomos mientras acusa a Sánchez de “vivir cada vez mejor a costa de los demás”
Soria / Digital Extremadura. Sábado, 18 de octubre de 2025.-
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a subir el tono este sábado en un acto con autónomos celebrado en Soria. Frente a un auditorio entregado, el líder popular afirmó que “el dinero de los autónomos no puede ir a pagar chistorras y prostitutas”, una frase que ha levantado ampollas en redes y ha encendido la mecha de la confrontación política.
“España no aguanta más este sin sentido”, proclamó Feijóo, visiblemente enérgico, acompañado por el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el líder provincial del PP, Benito Serrano.
“Entiendo la rabia de quien paga para que otros se lo lleven”
Feijóo aseguró “entender la rabia” de los autónomos y prometió “no quedarse en el pataleo ni en la denuncia”. “Los problemas se solucionan dejando a la gente trabajar”, sentenció, presentando lo que denominó un plan integral para el autónomo, que su equipo “perfecciona desde hace meses” y que —dijo— aplicará “cuando el PP gobierne”.
La intervención mezcló promesas de alivio fiscal con un tono de indignación moral y crítica descarnada a la gestión económica del Ejecutivo. Según Feijóo, el Gobierno “vive cada vez mejor a costa de los bolsillos de los demás” y “endeuda más que nunca” a los españoles “pese a que se paga más que nunca”.
“Sánchez se levanta pensando en su agenda judicial”
En una de las frases más aplaudidas del acto, el líder gallego ironizó sobre el presidente del Gobierno:
“Pedro Sánchez tiene unos problemas muy diferentes a los de los ciudadanos; al levantarse cada mañana se preocupa de su agenda judicial, no de mantener su trabajo”.
Un dardo que reaviva el tono judicialista del discurso popular, en un contexto de creciente tensión entre Gobierno y oposición.
Lupa DEx: el retorno del discurso de la bilis
El PP afila su lenguaje en vísperas de un ciclo político decisivo. El uso de expresiones como “chistorras y prostitutas” busca el titular fácil y el golpe emocional, pero erosiona el debate público y degrada la altura institucional de quien aspira a gobernar.
Feijóo, que en sus primeros meses intentó construir una imagen de moderación, parece haber tomado nota del manual de guerra cultural que tanto rédito otorga a la crispación. La rabia que dice entender corre el riesgo de convertirse en herramienta electoral antes que en diagnóstico sincero de un país agotado.
El líder popular habla de autónomos, pero su mensaje apunta al alma de la indignación social. En la trastienda, queda la pregunta que no quiso responder: ¿ cómo se traduce su plan integral más allá del eslogan ?