El líder del PP acusa al PSOE de protagonizar un “sainete democrático” para blindar a Gallardo en la causa que implica al hermano del presidente. “No es admisible en democracia”, advierte.
R. DEx, 27 de mayo de 2025.- La entrada exprés de Miguel Ángel Gallardo, secretario general del PSOE en Extremadura, como diputado en la Asamblea autonómica ha desatado un aluvión de críticas por parte del líder del Partido Popular. Alberto Núñez Feijóo no ha escatimado en calificativos este martes: “fraude”, “atropello electoral”, “sainete democrático” y “comportamiento mafioso”.
El trasfondo: la condición de aforado que adquiere Gallardo al asumir el escaño, en un momento especialmente sensible por su imputación en la causa judicial que también salpica al hermano de Pedro Sánchez.
“¿Quién le ha empujado a hacer esto?”
En una rueda de prensa cargada de tensión, Feijóo se preguntó públicamente: “¿Quién le ha obligado a hacer esto? ¿Su partido? ¿Ferraz? ¿Moncloa?”. Para el líder del PP, la actuación de Gallardo no responde a una decisión personal, sino a una estrategia impulsada desde altas esferas del PSOE para frenar las consecuencias judiciales que se ciernen sobre el entorno del presidente del Gobierno.
“No conozco a Gallardo ni tengo mala referencia de él, pero lo que ha hecho es un ridículo político y jurídico sin precedentes”, afirmó, visiblemente molesto.
“Nunca habíamos visto algo así”
Feijóo subrayó el carácter inédito de la situación en democracia: “Nunca un presidente autonómico ha forzado la dimisión en cadena de compañeros de lista para obtener un aforamiento exprés. Y nunca un hermano de un presidente del Gobierno había estado implicado en una causa judicial tan grave”.
El líder del PP acusó directamente al PSOE de utilizar el Parlamento extremeño como “una coraza judicial para tapar las vergüenzas de Moncloa”.
La paradoja del aforado que pide eliminar aforamientos
Especialmente hiriente para Feijóo ha sido la paradoja de que, una vez conseguida su condición de aforado, Gallardo plantee ahora la eliminación de ese mismo privilegio. “Decir que hay que acabar con el aforamiento justo después de aprovecharlo es propio de los sainetes a los que el PSOE nos está acostumbrando”, denunció.
“No podemos acostumbrarnos al comportamiento mafioso”
Feijóo advirtió del riesgo de normalizar este tipo de maniobras: “Me preocupa que empecemos a asumir estos comportamientos como si fueran parte del juego democrático. Esto no lo es. Esto debe ser rechazado de plano, con independencia de la ideología de cada uno”.
“No es admisible en democracia que las instituciones se utilicen como escudos personales. No lo vamos a permitir”, zanjó.
En el centro del huracán
Con la Asamblea de Extremadura convertida en escenario de una tormenta política de alto voltaje, y el proceso judicial en marcha, el nombre de Gallardo se suma a una lista creciente de figuras públicas cuestionadas por decisiones que, aunque legales, generan dudas éticas de gran calado.
En el cruce de caminos entre lo jurídico, lo político y lo moral, la pregunta que dejó Feijóo sigue resonando:
“¿Quién le ha obligado a hacer esto?”