La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán, junto con el director general de Sostenibilidad, Germán Puebla, han liberado a una hembra de lince ibérico, Flora, y a su cachorro, Ulán, en un experimento que busca observar su comportamiento y adaptación en la naturaleza.
La liberación tuvo lugar cerca de Valdehúncar, en la comarca de Campo Arañuelo, y coincide con el décimo aniversario del Programa de Reintroducción del Lince Ibérico. Morán ha destacado el éxito del programa, señalando que los objetivos se han “superado con creces” y que el proyecto ha dado sus frutos.
La colaboración transfronteriza con Portugal ha sido clave en este esfuerzo de conservación, con ambos linces procedentes de un centro de cría en cautividad en el país vecino. Morán ha agradecido a Portugal por ser un “magnífico socio” y ha enfatizado que trabajar juntos ha permitido alcanzar “metas y objetivos difíciles”.
Un logro significativo del proyecto ha sido el cambio de categoría del lince ibérico de “en peligro de extinción” a “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, lo que Morán describe como una “gran noticia” y un “caso de éxito mundial”.