Es habitual que la Administración Pública ejecute diversas acciones y planes, al objeto de mejorar la competitividad y la productividad de nuestras empresas. Muchas de estas iniciativas no logran el objetivo, otras funcionan a medias, y unas pocas demuestran ser realmente efectivas.
Entre estas últimas destaca una en especial: la formación programada. Prueba de ello, es que cualquiera que sea el color de los sucesivos gobiernos, no dudan en mantener vigente este mecanismo de promoción y desarrollo empresarial, orientado específicamente a incentivar la formación para trabajadores en activo.
Quién puede acceder a la formación programada
La intención de la Administración es posibilitar que, cualquier empresario o directivo, pueda organizar y desarrollar cursos de formación u otras actividades de capacitación, al objeto de mejorar las competencias, conocimientos y habilidades de sus trabajadores. Con la ventaja añadida de que la realización de estas acciones de formación no supondrá coste alguno para el empleador ni para el empleado.
La formación programada es un recurso al alcance de cualquier firma, por pequeña que esta sea. Incluso los empresarios autónomos pueden utilizar este mecanismo administrativo, siempre que tengan un número mínimo de empleados, como veremos más adelante.
Normativa aplicable
Para articular el procedimiento administrativo de la formación programada, existe una normativa reguladora específica, que básicamente consiste en lo siguiente:
La administración asigna un crédito anual a las compañías que tienen al menos cuatro trabajadores cotizando por formación. Este crédito anual es acumulativo hasta un límite prefijado, por lo que si empresa no hace uso del mismo en un ejercicio, puede aprovechar el importe del crédito no utilizado durante varios ejercicios venideros. Este carácter acumulativo de los créditos es lo que facilita la realización de acciones de formación programada a coste cero.
Tras la ejecución y finalización de los cursos de formación programada, la cuantía del crédito disponible se deduce de las cantidades a abonar en concepto de cotizaciones. Por tanto, con la debida planificación, cualquier empresa puede beneficiarse de este recurso sin aumentar su capítulo de gastos.
Planificación y desarrollo de cursos de formación programada
Nuestra recomendación es que te pongas en contacto con un centro acreditado para la impartición de estos cursos, por las siguientes razones:
1. Te ayudarán a realizar la gestión burocrática de la manera más sencilla.
2. No te cobrarán ni un solo euro.
3. Disponen de la toda la metodología y los recursos para impartir los cursos online.
Por otra parte, estos centros acreditados para formación programada, disponen de un amplísimo catálogo de cursos adaptados a cualquier tipo de actividad empresarial.
Así que, en vez de facilitarte una relación escueta y resumida de los mismos, preferimos que hagas “clic” en el siguiente enlace para que consultes la lista completa: áreas de formación. Ahí puedes ver con todo lujo de detalles las características particulares de los cientos de cursos de formación programada disponibles, ya mismo, para tu empresa.
Una última observación: en estos centros también pueden diseñarte cualquier curso específicamente adaptado para las necesidades de tu compañía y de los trabajadores de la misma. Así que, no esperes más para contactar y aprovechar los beneficios que te brinda la formación programada.
Y, muy importante: recuerda que no te costará nada.
