Publicado por El País Literario, el libro no es solo una recopilación de relatos y pensamientos, sino un mapa emocional donde la literatura se encuentra con la memoria, los afectos y las ausencias. “Está escrito con un lenguaje sencillo, adaptado al siglo XXI, pero cargado de intención y de emoción”, expresó el autor durante su intervención, rodeado de lectores, curiosos y algún que otro cómplice de versos.
Con una guitarra entre las manos y el aplauso cálido del público, interpretó Coplas Sabineras, en sentido homenaje a uno de sus cantautores fetiches, el Flaco de Úbeda, Joaquín Sabina.. Un gesto que acogió el público que llenaba a rebosar la carpa de la feria con cálidos aplausos, para recordarnos que la emoción, cuando es auténtica, no necesita de más parafernalias.
Tras su intervención, la tarde siguió con la presentación de El río profundo. Relatos, sucedidos y poemas, un volumen coral firmado por Alfonso Bernáldez Ordóñez, Carlos Sánchez Delgado y Salvador Calvo Muñoz. Esta obra, profundamente biográfica, nos sumerge en el Cáceres de los años 60 y 70, a través de textos que respiran la nostalgia del pasado pero con la dignidad del que recuerda sin idealizar.
María José Ordóñez, viuda de Alfonso Bernáldez, recordó a su esposo de manera entrañable y leyó algunos textos de El Río Profundo con elevada cercanía y afecto.
“Lo que hemos escrito —comentó Salvador Calvo— no son solo anécdotas, son retazos de una ciudad que ya no existe, pero que sigue viva en nosotros”. Y es que, en esta edición de la feria, el hilo común parece claro: escribir es recordar, pero también resistir al olvido.
Entre libros, canciones y memorias, la Feria del Libro de Cáceres ha vivido una jornada cargada de verdad. Una verdad serena, escrita sin artificios, que nos recuerda que a veces, la mejor literatura nace cuando alguien decide mirar hacia dentro y contarlo con la voz bajita del que tiene algo importante que decir.
