El líder del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, ha reaccionado con dureza tras la exposición razonada remitida por la jueza Beatriz Biedma al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, en la que se apunta a un posible fraude de ley en su entrada en la Asamblea. Gallardo denuncia una “extralimitación judicial”, se declara “pisoteado” en sus derechos y acusa a la magistrada de asumir un relato político “construido por Vox y el Partido Popular”.
Gallardo: «Estoy sorprendido, enfadado y profundamente pisoteado»
R. DEx, Badajoz, 9 de junio de 2025.- Con un tono visiblemente molesto, Miguel Ángel Gallardo ha roto su silencio tras conocer la decisión de la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz, quien ha elevado su causa al TSJEx al considerar que su aforamiento como diputado pudo constituir una maniobra premeditada para evitar el juicio por el caso de la contratación del hermano del presidente del Gobierno.
Gallardo ha afirmado sentirse “sorprendido y enfadado, pero sobre todo pisoteado” en sus derechos como ciudadano y como parlamentario. “La ley nunca puede ser fraude de ley, y que se inmiscuya en las decisiones internas de un partido político me parece grave”, sentenció.
“Una jueza que compró el relato de la ultraderecha”
El líder socialista no escatimó críticas a la magistrada Beatriz Biedma, a quien acusó de “haber comprado el relato imaginario de Vox, Hazte Oír, el PP y Manos Limpias”. Según Gallardo, esta causa nace de una «campaña alimentada por pseudomedios» y convertida en instrucción judicial “sin base jurídica alguna”.
En su intervención, rechazó la acusación de “aforamiento exprés”, y defendió que lo que en realidad se produjo fue “un auto exprés” por parte de la magistrada, al emitirse su escrito apenas 24 horas después de asumir el acta de diputado.
«Esto es la pena de telediario»
Gallardo denunció lo que definió como una “pena de telediario” prolongada, que ha soportado —dice— “con paciencia y entereza” porque es “un demócrata convencido” que cree en la justicia. Aun así, insistió en que lo que realmente le preocupa es “la falta de garantías” del proceso: “En este país se está dando la vuelta al principio de inocencia; ahora debemos defendernos de acusaciones que ni siquiera han sido demostradas”.
Cuestionado por la posibilidad de emprender acciones legales contra la jueza, Gallardo no quiso confirmar nada, aunque insistió en que defenderá su “honorabilidad hasta el final”. “En un Estado de Derecho uno no debería tener que defender su inocencia, sino que esta debe prevalecer hasta que se demuestre lo contrario”, apuntó.
Una batalla con eco político y judicial
Lo que comenzó como una investigación sobre supuestas irregularidades administrativas se ha convertido en un pulso abierto entre el poder judicial y una figura clave del socialismo extremeño. La exposición de la jueza Biedma y la reacción de Gallardo abren un nuevo capítulo en el debate sobre los límites del aforamiento, la independencia judicial y la instrumentalización política de los tribunales.
Con el caso ya en manos del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, el desenlace marcará no solo el futuro procesal del líder socialista, sino también el pulso político en una Extremadura cada vez más polarizada.
