Digital Extremadura, 30 de octubre de 2025.-
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha elevado este jueves el tono de su discurso energético y territorial. Lo ha hecho con una declaración institucional que suena a ultimátum: “Defender Almaraz es defender Extremadura”, ha sentenciado, reclamando al Gobierno central que reconsidere el cierre de la Central Nuclear de Almaraz tras la solicitud formal de Iberdrola, Endesa y Naturgy para extender su actividad hasta junio de 2030.
Guardiola ha definido la petición de las eléctricas como “una oportunidad para rectificar una decisión injusta con nuestra tierra”, apelando directamente a la igualdad y la justicia territorial. “No pedimos privilegios —ha dicho—; pedimos que no se condene a Extremadura al cierre de una de sus mayores fuentes de riqueza y empleo”.
En su intervención, la presidenta recordó que la planta de Almaraz sostiene miles de empleos directos e indirectos, vertebra el tejido económico de una amplia comarca y garantiza estabilidad energética en el sistema nacional. “Extremadura ha sido siempre solidaria con el desarrollo energético de España —recalcó—. Ahora exigimos reciprocidad y responsabilidad”.
Para Guardiola, la posición de la Junta es clara: no hay razones técnicas ni sociales que justifiquen el apagón de Almaraz. “Con la petición formal de las compañías, ya no existe ninguna excusa. Está en juego el futuro de muchas familias y la soberanía energética del país”.
Además, ofreció la colaboración institucional del Ejecutivo regional con el Gobierno de España y las eléctricas “para garantizar que la continuidad de la planta se realice con las máximas garantías de seguridad, sostenibilidad y respeto medioambiental”.
El mensaje se cierra con un llamamiento directo a Moncloa: “Extremadura necesita certezas y oportunidades. La continuidad de Almaraz representa estabilidad, empleo y energía segura en un momento de incertidumbre global”.
La presidenta reafirmó que su Gobierno apuesta por un modelo energético “transparente, sostenible y justo”, y que no aceptará que “las decisiones centralizadas sigan castigando a los territorios que más han aportado al desarrollo del país”.
Lupa DEx
La prórroga de Almaraz no solo divide opiniones técnicas, sino que reabre el debate político sobre el papel de Extremadura en el mapa energético nacional.
La solicitud de Iberdrola, Endesa y Naturgy deja la pelota en el tejado del Gobierno, obligado ahora a decidir entre mantener su calendario nuclear o abrir la puerta a un nuevo ciclo.
Mientras tanto, la Junta de María Guardiola se afianza en un discurso de defensa territorial que conecta con la calle: energía, empleo y dignidad para una región que no quiere volver a ser —como ella misma ha dicho— “víctima del centralismo”.






