Crónica de superación, visibilidad y esperanza desde el corazón de Extremadura
Un premio que es una brazada por todos
Rómulo Peñalver, 12 de junio de 2025.- En la Real Fábrica de Tapices, entre alfombras de historia y miradas de admiración, el nombre de Guillermo Gracia Núñez resonó con la fuerza de quien ha aprendido a volar bajo el agua. La Fundación Randstad lo ha reconocido con el galardón al Compromiso y Liderazgo Inspirador por su ejemplo vital en la sensibilización sobre la discapacidad. Pero más allá de los focos y los aplausos, la historia de este joven cacereño es una lección que no cabe en un trofeo.
Nadador, referente, hermano
Guillermo tiene síndrome de Down, pero antes que eso, tiene 15 títulos mundiales, seis récords planetarios y una determinación que no entiende de techos. Empezó a nadar cuando apenas sabía gatear, como parte de una terapia de estimulación temprana. Hoy, a sus veintitantos, ha convertido la piscina en un territorio propio, donde los límites no se imponen, se negocian a base de brazadas.
A los 13 años debutó en su primer Campeonato de España. Desde entonces, no ha hecho otra cosa que sumar —medallas, récords, y sobre todo, admiración. En un mundo que muchas veces etiqueta antes de mirar, Guillermo se ha encargado de redefinir lo que significa ser deportista, ser visible, ser libre.
Altavoz con alma
El premio de Fundación Randstad reconoce algo que va más allá de los podios: su voluntad de usar la fama como herramienta de cambio. Su voz resuena en aulas de colegios extremeños, donde habla con niños y niñas que lo escuchan entre la emoción y la sonrisa. “Todo es posible con esfuerzo”, les dice. Y entonces, el síndrome de Down deja de ser una barrera para convertirse en un relato de orgullo.
Con la ayuda de su familia —el verdadero equipo técnico detrás del campeón— ha impulsado su propia página web y trabaja su presencia mediática con una misión clara: que nadie se quede sin saber que sí se puede. Que la discapacidad no es una frontera, sino una realidad que necesita aliados, referentes y oportunidades.
«Juntos somos más fuertes»
Cuando subió a recoger el premio, no habló de victorias individuales. “Este premio es para todos los que tienen síndrome de Down o cualquier otra discapacidad. Somos muchos los que nadamos a contracorriente cada día”, dijo. No hubo discurso preparado, pero sí verdad. Y en la sala, por un momento, no importaron los títulos ni los patrocinadores. Solo importaba él, Guillermo, recordando que la grandeza también se mide por el número de corazones que se tocan.
Más allá del deporte
Junto a Guillermo, la Fundación Randstad también reconoció a otras entidades como Leroy Merlín, RTVE, Dinder Club o Astrade, en una edición donde la inclusión, la innovación y la diversidad laboral fueron protagonistas. Pero entre todos los premiados, su historia brilló con una luz distinta: la de quienes inspiran sin pretenderlo.
El valor de lo invisible
Guillermo Gracia Núñez no nada por medallas, nada por justicia. Y en ese empeño, arrastra con él a generaciones que quieren verse en alguien que les diga que sí, que vale la pena luchar. En tiempos de ruido y postureo, su ejemplo es un susurro poderoso que nos recuerda que lo esencial sigue siendo invisible a los ojos, pero no al alma.
Porque hay héroes que no necesitan capa, sino un gorro de natación y una razón para seguir. Y Guillermo la tiene. Se llama vida.