EUROPE

Hablemos de la Unión Europea

OPINIÓN
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¿Alguna vez has pensado en el momento en qué se colocaron por primera vez banderas de la Unión Europea en las instituciones de nuestro país? España entró en la UE en el año 1986 y las banderas de la UE se habían empezado a utilizar a partir del 1984 con la intención de crear un sentimiento de ciudadanía europea entre las sociedades de los Estados miembros.

Han pasado 34 años desde que España forma parte de la Unión, y gran parte de los ciudadanos la siguen considerando como un ente abstracto que está en todas partes y en ninguna a la vez. Pese a sus esfuerzos, la UE no ha conseguido que la sociedad general se interese por su actividad y su funcionamiento. Sabemos que las decisiones que toman las diferentes instituciones europeas nos afectan, pero ¿por qué es tan difícil entender la Unión Europea?

En primer lugar, es necesario destacar la variedad de países que forman parte de la Unión. En total 27 Estados con tradiciones, historia, modos de vida y preocupaciones propios. Aunque en la teoría el lema de la UE “Unidos en la diversidad” es muy poético, en la práctica esa heterogeneidad hace difícil la toma de decisiones, el reparto de los presupuestos y la decisión sobre qué temas deben ser los prioritarios. A este complejo escenario se le suma además que dentro de la UE están reconocidos 24 lenguas oficiales, lo que enrevesa más la difusión de la información.

La estructura compleja de la Unión Europea es por otra parte, otra de las razones por las que nos cuesta entenderla. Aunque el núcleo de la UE esté compuesto por tres instituciones: la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, pero en total está formada por siete instituciones y numerosos organismos. Asimismo, el proceso de toma de decisiones suele ser largo y lento, lo que provoca que en muchas ocasiones se critique que “la UE no llega a tiempo”.

Por otra parte, cabe decir que los medios de comunicación no informan sobre la actividad de la Unión de forma constante. La UE necesita un tratamiento profundo y reflexivo que los medios no se pueden permitir en un momento en el que los usuarios demandan inmediatez e informaciones “fáciles de digerir”.

En definitiva, estar informado sobre las cuestiones europeas requiere un esfuerzo a nivel individual. La Unión es un proyecto inacabado con prioridades que evolucionan a lo largo del tiempo, quizás en un futuro la UE se vuelva más atractiva para los ciudadanos, pero de momento tenemos que seguir preguntándonos cómo descifrar la Unión Europea.


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