yolanda y pedro
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Vivimos como en planos superpuestos. En el mismo día, Francina Armengol, expresidenta del gobierno balear ha sido elegida para presidir el Congreso y Leonor de Borbón, Princesa de Asturias ha entrado en la Academia Militar de Zaragoza para iniciar sus estudios castrenses. Dudo mucho que las experiencias de ambas sean las mismas ni sus circunstancias. Entre el calor y que estamos en agosto, este y otros hechos pueden pasar más o menos inadvertidos para el hombre o mujer de la calle, enfrascados todos en sus  preocupaciones diarias.

La nueva Legislatura ha comenzado a caminar y como nuestra democracia es representativa hemos delegado en quienes toman las decisiones políticas por nosotros. Y ellos son los que actúan, sin preguntar. Dicen que el mundo que creó las condiciones que organizan hoy nuestro sistema de convivencia no existe ya y son, por ello, necesarios unos nuevos planteamientos.

Y la pregunta que yo me hago es si efectivamente todo es tan lineal. Porque la evolución nunca ha sido así. Y me interrogo sobre si las nuevas situaciones sobrevenidas exigen respuestas osadas o si por el contrario la debilidad de las fuerzas políticas las hace transigir en ciertos puntos, simplemente porque no quieren desaparecer, agarradas al concepto de supervivencia. O porque no desean dejar de gobernar.

leonor y francina
De dcha a izqda., La princesa Leonor y la presidenta del Congreso, Francina Armengol.

Es sabido que cualquier traje o vestido, al que continuamente se le somete a tirones acaba por romperse. La presión interior del cuerpo sobre la tela hace el trabajo y termina por descoser las costuras que unen las partes. Puede ser que sea eso lo que se  pretenda. Pero si no fuera así, se debe ser consciente del peligro que se está corriendo. Sin plan B. En pura improvisación.

Y el pueblo soberano lo intuye. Sin discursos teóricos y hasta a veces de forma chabacana, entiende: a) que votó y que luego, para lo que viene a continuación, nadie le pregunta b) que existe una nueva realidad y unos nuevos actores que interpretan su papel de manera distinta a los que les precedieron. c) que el pragmatismo, por no hablar de “utilitarismo” manifiesto, lo impregna todo, y ya no recibe el desprecio social de otras épocas.

¿Nos acercamos a una renovación de las estructuras y de los marcos políticos actuales de convivencia? ¿O simplemente estamos asistiendo a arreglos concretos para salir del paso? Un tren, tal como lo conocemos, necesita una locomotora que vaya delante y tire de él. ¿Es esto lo que se está produciendo? ¿Las reivindicaciones de unos arrastrarán las del resto y estaremos asistiendo al nacimiento de una nueva forma de organización? O simplemente todo no son más que “trabajillos” en la casa común que es preciso acometer para seguir viviendo en ella?

Porque como ocurre con el huevo y la gallina, siempre hay que preguntarse qué fue primero: la oferta electoral de los innumerables partidos que permite distribuir tanto los votos de los electores, o las muchas opciones que, a priori, tienen los votantes y que originan la presentación de tantas fuerzas políticas? Cada uno de ustedes dése la respuesta.


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