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Huelga 8M: 200 mujeres periodistas visibilizan su situación en un manifiesto

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El texto será leído el 8M a las 11,30 horas a las puertas de la Delegación del Gobierno en Badajoz; a las 12,00 horas en la Plaza de los Poetas de Mérida y a las 12,30 horas en el Quiosco de la Música del Paseo de Cánovas en Cáceres. En él, se pide igualdad de acceso a todos los puestos y conciliación familiar, eliminación de la brecha salarial o compromiso contra el machismo en el lenguaje y los enfoques.

También se aboga por la erradicación de la violencia machista, un compromiso con la infancia, una atención a la mujer en el ámbito rural y se pone una mirada especial a las mujeres fuera de Occidente.

Por todo ello, las periodistas extremeñas de todos los medios de comunicación o gabinetes institucionales de la región, pero también jubiladas, en paro o trabajadoras autónomas, han consensuado un manifiesto para sumar su voz a las movilizaciones que por todo el mundo reivindican igualdad de derechos para el género femenino.

«Lo hacemos por mejorar el presente y el futuro, pero también
pensando en todas las mujeres de nuestro gremio que nos precedieron, que derribaron muros y fueron pioneras», asegura el colectivo firmante en una nota de prensa.

MANIFIESTO DE LAS MUJERES PERIODISTAS DE EXTREMADURA PARA EL 8 DE MARZO

Periodistas extremeñas 8M·sábado, 3 de marzo de 2018

El 8 de marzo las mujeres periodistas de Extremadura manifestamos que nuestra voz se suma a las movilizaciones que por todo el mundo reivindican igualdad de derechos para nuestro género. Lo hacemos por mejorar el presente y el futuro, pero también pensando en todas las mujeres de nuestro gremio que nos precedieron, que derribaron muros y fueron pioneras. Éstas son nuestras demandas y reflexiones.

-Acceso a todos los puestos, conciliación. Pedimos a las empresas periodísticas, a las instituciones y a los organismos empleadores que no obstaculicen la inclusión de pleno derecho de la mujer en todos los puestos de trabajo, incluyendo los de mayor responsabilidad. Los cargos directivos están aún copados por hombres. Pedimos que la mujer no sea penalizada por ser madre y que se activen los mecanismos para que la responsabilidad de los cuidados familiares sea equitativamente repartida.

-Eliminación de la brecha salarial: Demandamos que se elimine la brecha salarial producida por los costes de la conciliación (que generalmente recaen en la mujer) y por el hecho de que las mujeres se hayan incorporado de manera más tardía al mundo laboral, lo que les priva de beneficios acaparados por los hombres en un mercado laboral cada vez más precario. El desempleo que asola a nuestro sector alcanza cotas mucho más altas entre las mujeres.
-Compromiso contra el machismo en el lenguaje y en los enfoques. Queremos un mundo construido de manera equitativa por mujeres y hombres, por lo que nos comprometemos a luchar contra el sexismo en el lenguaje y los estereotipos de género y pedimos que también lo hagan nuestros compañeros. Los medios han de mantener la función social de luchar contra la violencia machista y todo tipo de desigualdades, una tarea que ha de ser constante y decidida, por lo cual seremos altavoces de todas aquellas causas que luchen por la igualdad, así como de todas aquellas en las que se vulnere este principio.

-Compromiso con la infancia. Este 8 de marzo queremos también fijar nuestra mirada en las niñas y adolescentes, el futuro. Medios de comunicación, sistema educativo y familia han de esmerarse en romper la transmisión de los roles tradicionales y condenar las situaciones de acoso y maltrato.

-Atención a la mujer en el ámbito rural. En un entorno rural como es el extremeño, fijamos nuestra mirada a la desigualdad que se produce en los entornos alejados de los núcleos urbanos, en donde la luchas por la equiparación de derechos entraña aún más obstáculos.
-Mirada fuera de Occidente. Lanzamos una mirada a todas las mujeres que en cualquier rincón del mundo, en especial fuera de Occidente, sufren por motivos de género. Pedimos a los responsables de los medios un especial empeño en transmitir estas situaciones que van en contra de los Derechos Humanos.

En el manifiesto, que ya han firmado a través de Internet más de 190 periodistas extremeñas, se pide a las empresas periodísticas, a las
instituciones y a los organismos empleadores que no obstaculicen la inclusión de pleno derecho de la mujer en todos los puestos de trabajo, incluyendo los de mayor responsabilidad, ya que «los cargos directivos están aún copados por hombres».

Se pide que la mujer no sea penalizada por ser madre y que se activen los mecanismos para que la responsabilidad de los cuidados familiares sea equitativamente repartida. Se solicita la eliminación de la brecha salarial producida por los costes de la conciliación (que generalmente recaen en la mujer) y por el hecho de que las mujeres se hayan incorporado de manera más tardía al mundo laboral, lo que les priva de beneficios acaparados por los hombres en un mercado laboral cada vez más precario.

Además, «el desempleo que asola a nuestro sector alcanza cotas
mucho más altas entre las mujeres», asegura el manifiesto que demanda un
compromiso contra el machismo en el lenguaje y en los enfoques. «Queremos un mundo construido de manera equitativa por mujeres y hombres, por lo que nos comprometemos a luchar contra el sexismo en el lenguaje y los estereotipos de género y pedimos que también lo hagan nuestros compañeros», recoge el texto.

«Los medios han de mantener la función social de luchar contra la violencia machista y todo tipo de desigualdades, una tarea que ha de ser constante y decidida, por lo cual seremos altavoces de todas aquellas causas que luchen por la igualdad, así como de todas aquellas en las que se vulnere este principio», añade el manifiesto en otro de sus párrafos.

También se recoge un compromiso con la infancia porque las mujeres periodistas extremeñas quieren fijar la mirada en las niñas y adolescentes, que son el futuro, por lo que conminan a medios de comunicación, sistema educativo y familia a «esmerarse en romper la transmisión de los roles tradicionales y condenar las situaciones de acoso y maltrato».

En cuanto a la mujer en el ámbito rural se pone el acento en la «desigualdad» que se produce en los entornos alejados de los núcleos urbanos, «en donde la luchas por la equiparación de derechos entraña aún más obstáculos», subraya el texto.

Por último, se lanza una mirada a todas las mujeres que en
cualquier rincón del mundo, en especial fuera de Occidente, sufren por motivos de género. «Pedimos a los responsables de los medios un especial empeño en transmitir estas situaciones que van en contra de los Derechos Humanos», concluye el manifiesto.


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