Un muflón abatido por cazadores furtivos en una finca de Monterrubio de la Serena

Investigados cuatro vecinos por abatir muflones y cazar en terrenos prohibidos en Monterrubio de la Serena

La Guardia Civil instruye diligencias contra dos hombres de Azuaga por abatir tres muflones en Monterrubio de la Serena, y contra otros dos de Fuenlabrada de los Montes sorprendidos en Garbayuela en una zona de caza limitada.

R. DEx, Badajoz, 26 de agosto de 2025.- La Guardia Civil ha intensificado en las últimas semanas los controles en espacios cinegéticos de la provincia de Badajoz, donde la presión furtiva sigue generando graves daños a la flora y fauna protegida.

La primera de las actuaciones tuvo lugar a raíz de la denuncia presentada a principios de julio por el propietario de una finca de Monterrubio de la Serena. Según relató, cazadores furtivos accedían a la propiedad para abatir ejemplares de caza mayor sin autorización.
Los agentes del Puesto de la Guardia Civil y del SEPRONA de Castuera establecieron dispositivos de vigilancia que permitieron detectar un vehículo sospechoso dentro de la finca. Al percatarse de la presencia policial, sus ocupantes huyeron y abandonaron el coche en una propiedad colindante.

Tras recopilar pruebas, muestras e imágenes, la investigación apuntó a dos vecinos de Azuaga que, en diferentes ocasiones, accedieron al coto mediante escalo y dispararon con rifle a tres muflones. Los cuerpos fueron abandonados en el terreno, mientras que los cazadores seleccionaban únicamente los trofeos que les resultaban atractivos.
Ambos han sido instruidos como investigados por un presunto delito relativo a la protección de la flora y fauna, recogido en el artículo 335 del Código Penal, y el caso ha sido remitido al Juzgado de Instrucción de Castuera.

Caza ilegal en Garbayuela

En una segunda actuación no relacionada, agentes del SEPRONA de Herrera del Duque sorprendieron el pasado sábado a dos vecinos de Fuenlabrada de los Montes en un paraje de Garbayuela.

Ambos se encontraban practicando la modalidad de “espera” en una Zona de Caza Limitada, espacio donde está prohibida la actividad. Las pesquisas apuntan a que los investigados habrían proporcionado alimento en días anteriores con el fin de atraer a la fauna y facilitar su captura.

Lupa DEx

La caza furtiva, lejos de ser un hecho aislado, constituye un problema recurrente en el medio rural extremeño. Afecta no solo a la biodiversidad y al equilibrio de los ecosistemas, sino también a la economía de los propietarios de fincas y a la imagen de un sector cinegético que, cuando se gestiona de manera sostenible, genera riqueza y empleo.

Los hechos de Monterrubio y Garbayuela son un recordatorio de que la vigilancia y la concienciación deben ir de la mano. Frente al furtivismo, que actúa con nocturnidad y desprecio por las normas, la sociedad reclama respeto a un patrimonio natural que pertenece a todos.