Digital Extremadura
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El topónimo nos dice algo: Arenillas, diminutivo de arena; tierra de arena, arenosa, de arena de granito (mica, cuarzo y feldespato). El término muni- cipal del pueblo está en su mayor parte asentado sobre suelo de pizarra; pero hay una esquina, la occidental, cuyo sustrato pertenece a un batolito enorme de granito que se conoce como el batolito de Zarza. Curiosidades de la geomorfología. Al fin y al cabo, canchos de granito, suelo de arena y todo lo demás, flora y fauna, propicias para ese medio natural. De ahí, Arenillas.

¡Ojo! Al otro lado del término están Arenalejo y Los Arenales; pero ahí no hay arenas de granito; no nos confundamos.

¿Dónde empieza Arenillas, mirando hacia Poniente desde el Malentradero?

¿Y dónde acaba? ¿En la depresión del Arroyo del Infierno, cuando llega al agua del Embalse, allá en Meticabezas? De Juana Ramos hacia Poniente, Arenillas. ¿Y la Cantera o Canchera? Por arriba el Coto de Viñas, que esa es otra: Habría que ver qué asientos lo son y cuáles no. Habrá quien lo sepa, y si no, el Catastro.

Si salimos de las Viñas por Guerra, a la izquierda Los Cañalitos, por allí el Canchal del Moro a la derecha y a la izquierda el del Sordo; más abajo el Puntal de las Palomas y el Barco. A la derecha de Guerra, la majada de Cle- mente, arriba la Peña del Reloj, y más abajo y a la diestra el farallón enorme de Las Granjeras. En una de tantas escurribandas cinegéticas en compañía de aquel gran cazador e inolvidable amigo que fue Clemente Silva, me llevó a hacer garambainas entre las peñas para venir a dar en una cueva. Dicen que allí se guardó alguna vez el famoso “Chico Cabrera”, ¿Verdad, leyenda? Cualquiera sabe.

He dejado muchos sitios atrás, por ejemplo la Lancha de San Martín, donde fallé el conejo de mi vida…tiempos aquellos. Más a poniente, la larga loma de Las Holguinas, y abajo, cerca del agua, Las Corderas. Al otro lado, la Umbría del Sastre, abajo Meticabezas y creo que Arenillas llega hasta ahí. En Meticabezas, manantío y fuente, echábamos el “bocao” y un día de calor tórrido le decía Paquino a su cuñado Francisco: “¡Francisco, no bebas esa agua!”, pero el pobre Francisco bebía, y quién no con aquellos calores. ¿Lo del Cabo Pérez está en Las Viñas  o ya en Arenillas? En el verano se oye el rasgueo perenne de la cigarra, y del cuielo amplísimo cae, a plomo, el sol candente sobre la tierra calcinada de la jara de Arenillas.


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Un comentario

  1. Estimado Salvador: Anduve una semana por tu pueblo. Fue por el ochenta y tantos, cuando la Institución Cultural «El Brocense» nos seleccionó a unos cuantos para llevar a cabo por nuestros medios rurales algo así como las Misiones Pedagógicas de la II República. Entonces, éramos jóvenes que nos comíamos el mundo. Recorrimos de manera semanal numerosos pueblos de nuestra provincia. Mi labor consistía en trabajos de campo sobre temas arqueológicos con los chavales de la escuela, así como de recogida de todo lo referente a la Cultura Tradicional-Popular hablando con el colectivo de los más mayores. En la semana que estuve en Acehúche, recopilé datos muy interesantes. Recuerdo del asentamiento rural romano por el paraje de «La Chanclona» (así se llamaba una revista que editabais en el pueblo). Pero nunca nadie me habló de ese «Canchal del Moru», ni de esa «Peña del Reló», ni de ese covacho donde cuentan que se refugiaba el bandolero Chico Cabrera. Generalmente, todos los riscos que llevan el remoquete «del Moru», en estos pueblos nuestros de raigambre astur-leonesa, suelen tener algún tipo de grabados, al igual que las denominadas «Péñah del Reló». tal que la de Guijo de Galisteo o la de la alquería jurdana de La Aldehuela. ¿Sabes algo al respecto sobre ello? Muchas patadas llevas dadas por el término de Acehúche con la escopeta al hombro. Así que seguro que algo sabes. Mil gracias anticipadas por tu información. ¡Salud y buen día!

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