La cobertura de fibra óptica en Extremadura, del 33,4 %, la más baja de España

Los datos, recogidos en el último informe de cobertura de banda
ancha a mediados de 2016 del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda
Digital, ponen también de manifiesto la brecha en cuanto a cobertura
de fibra entre zonas urbanas y rurales, dado que el porcentaje de
cobertura rural de esta tecnología no llega el 10 % (9,7 %).
	 
De los 8.117 municipios españoles, 6.682 son considerados
rurales, es decir, con una densidad de población inferior a 100
habitantes por kilómetros cuadrado.
	   
El informe revela las grandes diferencias que se dan entre los
municipios si se tiene en cuenta su población: si en los de más de
100.000 habitantes la cobertura de fibra supera el 91 % y llega
hasta el 98,4 % en los de más de medio millón de habitantes, en los
más pequeños cae en picado hasta llegar al 0,5 % en los de 101 a 500
habitantes y al 2,3 % en los de 1.001 a 2.000 habitantes.
	   
En los menores de 100 habitantes, la cobertura, según el estudio,
es inexistente.
	   
La fibra óptica hasta el hogar (FTTH), por cuyo despliegue han
apostado la mayoría de los operadores, es la tecnología de
transmisión de mayor crecimiento en España, según el estudio, que
revela que sólo en la segunda mitad del año 2016 se ha producido un
incremento de aproximadamente siete puntos porcentuales con respecto
a principios de año.
	   
Estas redes permiten ofrecer velocidades de descarga muy
superiores a las redes convencionales, superiores incluso a los 100
Mbps, además de permitir una mayor simetría, es decir valores más
parecidos para las velocidades de subida y de descarga de datos.
	   
Pero este crecimiento en las redes de fibra, que se ha visto
también acompañado por un aumento del número de clientes de esta
tecnología (casi 4 millones, según los últimos datos de la CNMC) no
ha arrojado un mapa homogéneo de cobertura.
	   
Por comunidades autónomas, sólo seis, además de Ceuta y Melilla,
superan la media nacional: Melilla, con una cobertura de fibra del
100 %; Madrid (94,3 %), Ceuta (84,9 %), País Vasco (80,5 %),
Cataluña (77 %), Baleares (67,2 %), Asturias (66 %) y La Rioja (63,5
%), según los datos a 30 de junio de 2016 recogidos en el informe.
	   
Por debajo de la media se sitúan Aragón, con una cobertura de
fibra del 62,6 %; Navarra (57,7 %), Canarias (57,5 %), Comunidad
Valenciana (56,8 %), Andalucía (51,3 %), Castilla y León (49,9 %),
Cantabria (46,9 %), Murcia (45,9 %), Galicia (36,3 %), Castilla-La
Mancha (35 %) y Extremadura (33,4 %).
	   
Estas disparidades se repiten a nivel provincial, toda vez que la
cobertura de Madrid (94,26 %) o Barcelona (90,37 %) contrasta con la
de Lugo (24,67 %), Teruel (25,31 %), Cuenca (26,19 %), Toledo (29,11
%) y Huesca (29,75 %), las provincias peor cubiertas con esta
tecnología.
	   
Los datos provinciales también revelan las brechas en cobertura
de fibra existentes dentro de las propias comunidades autónomas.
	   
Así, en Cataluña, la cobertura de la provincia de Barcelona,
superior al 90 %, contrasta con la de Tarragona (38,17 %), Girona
(40 %) o Lleida (41,77 %), o en Aragón, donde el buen dato de
Zaragoza (75,40 %) contrasta con los de Huesca y Teruel, donde la
cobertura de fibra no supera el 30 %.
	   
En Andalucía, sólo Málaga y Sevilla superan la media nacional,
mientras que las provincias con peores coberturas en fibra son
Huelva (31,23 %) y Jaén (33,37 %), mientras que en Castilla y León
sólo supera la media nacional Valladolid (70,86 %) y las peor
cubiertas con fibra son Ávila (33,11 %) y Segovia (32,95 %).
	   
Más homogéneos son los datos en el País Vasco, donde la cobertura
de fibra en las tres provincias ronda el 80 %.