Esta cuestión se ha tratado en el Comité preparatorio de Impulso y Seguimiento de la Conferencia de Presidentes, presidido por la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y al que ha asistido la vicepresidenta primera y consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales.

Durante el encuentro se abordó la modificación del reglamento de la propia Conferencia de Presidentes, con el objetivo de avanzar en su estructura como foro de diálogo y de institucionalizar reuniones semestrales de la misma.

En lo relativo a la protección civil, se abordará a través de un sistema nacional para la prevención de desastres y la optimización de recursos, que responde a la necesidad de coordinar las capacidades de las Administraciones y ofrecer una mejor respuesta pública de manera integral.

Blanco-Morales ha resaltado que el sistema avanzará en la comunicación entre Administraciones, en la transferencia de información relevante para la toma de decisiones y en el refuerzo de las capacitaciones de los agentes implicados en la emergencia.

El documento presentado por el Gobierno de la nación ofrece una visión global, diseñada desde la solidaridad administrativa, y con un impulso de la autoprotección en todos los ámbitos, particular, municipal, regional y estatal.

Estos avances, ha matizado la vicepresidenta primera, configurarán un sistema de protección civil más fuerte, capaz de mejorar la respuesta a los ciudadanos en momentos tan delicados como los vividos en los últimos años (pandemia, borrasca Filomena, erupción volcánica de La Palma…) mediante un aprendizaje de las experiencias.

A través de diferentes compromisos, el sistema de protección civil se fortalecerá a través de la necesaria coordinación entre Administraciones y de la interoperabilidad de los sistemas de protección civil y emergencias, con énfasis en la recuperación, a través de herramientas que mejoren en agilidad procedimental, y en la necesidad de proteger a los colectivos más vulnerables en situación de emergencia.

Este plan cumple con los objetivos de planificación, prevención, actuación y recuperación, para mejorar la eficiencia a través de una estrategia a largo plazo, encaminada a la reducción de riesgos frente al cambio climático.