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LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL SIGLO XXI

OPINIÓNPeriodismo humano
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La Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas se firmó en París el 10 de diciembre de 1948. Recientemente se ha conmemorado su 72 aniversario con la publicación de una obra de la Editorial Edisofer en la que han participado ilustres juristas

Fue un hito en la historia social. Proclamó “el ideal común por el que todos los pueblos y naciones enumeran los derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales básicos con los que deberían contar todos los seres humanos”. Fue aceptada por 58 Estados miembros de la Asamblea General.

Como Presidenta de la Comisión en las Naciones Unidas, Eleanor Roosevelt fue la fuerza impulsora de la declaración de libertades, que siempre se reconocerá cómo su legado. La Primera dama  estuvo interesada siempre en las  cuestiones de derechos humanos y justicia social abogando por la igualdad de todos los seres .Son relevantes y decisivas sus frases tan conocidas: “La libertad exige mucho de cada ser humano. Con la libertad llega la responsabilidad.”

El profesor Ulrich Klug autor de una  obra de Lógica Jurídica, manifestó  que la Declaración Universal,  igual que la Carta de Naciones Unidas y los pactos de Derechos humanos de 1966,  tienen que ser “vistos” en el proceso histórico  por su vinculación con la Ilustración,  no dependen de ningún presupuesto religioso o ideológico. Todos los derechos que se extienden bajo su protección son importantes para alcanzar la paz, pero especialmente hay que destacar  la eliminación de las torturas y supresión de  la pena de muerte.

Muchos años antes filósofos  y humanistas se habían pronunciado con rigor contra la pena de muerte y los tormentos, sin que sus opiniones influyeran en  las legislaciones y pudieran abolirse estas terribles prácticas. Es sabido que  el penalista italiano Cesare Beccaria en su obra “de los delitos y de las penas”  clamó contra la utilización de los tormentos para obligar a los detenidos a confesar y se opuso firmemente a la pena de muerte. En su obra describió  los tormentos que se aplicaron al francés Robert Damiens por intentar matar al rey Luis XV. Apresado en  el acto se le juzgó inmediatamente. La sentencia ordenaba que se le aplicaran dos clases de tormentos: el ordinario y el extraordinario. Si el primero era espantoso, el extraordinario, llamado “la tortura de los borceguíes” era realmente perverso, consistía en sujetar  las piernas del condenado con cuatro tablas  e introducirles cuñas a martillazos. Cuando se lo comunicaron al reo,  manifestó: “parece que la jornada va a ser ruda”

Víctor Hugo se enfrentó a los poderes públicos reprochando la incongruencia de mantener la pena de muerte. Decía que nadie puede mantener que no hay que matar, matando. Bernard Shaw manifestó  que el asesinato  en el cadalso es el más execrable crimen aunque tenga la aprobación de la sociedad. Dostoievski consideraba que matar a  quien mató es un asesinato cometido mediante un acto civil.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, fue una llamada a todos los países del mundo   para extender un sistema judicial equilibrado con el fin de conseguir un “universo moral” que siempre ha defendido el conocido filósofo alemán Jürgen Habermas.

Los delincuentes, por terribles que hayan sido sus crímenes deben ser juzgados en un proceso con todas las garantías  como propugnan las Cartas Magnas y los Convenios Internacionales de los países civilizados.

Es fundamental prevenir la comisión de delitos más que aumentar las penas. Hay que destacar que hay países que siguen aplicando la pena de muerte. En  el año 2018 se dio  a conocer  la cifra  más baja de ejecuciones que ha publicado  Amnistía Internacional,  690 personas, lo que representa para la  estadística, un 31% menos con respecto al año anterior. Pero no es un consuelo. Todos debemos  insistir en que sería exigible la total erradicación puesto  que vulneran la paz y la convivencia. El aniversario de la aprobación Universal de los Derechos Humanos  es siempre una ocasión perfecta para recordar su contenido destacando  que ha supuesto  la protección de los derechos humanos  en todo el mundo y al mismo tiempo intentar que se cumplan todos sus postulados.


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