Tradición, solidaridad y un éxito que obliga a pensar en una segunda edición más grande
Redacción DEx, Cáceres, 9 de diciembre de 2025.- La I Feria Monacal 2025 ha cerrado este lunes sus puertas dejando una estela de entusiasmo, ventas históricas y una imagen clara: Extremadura tiene hambre de tradición, cultura y solidaridad. Más de 8.000 visitantes abarrotaron el Palacio Episcopal entre el 5 y el 8 de diciembre, en una cita que ha superado con creces cualquier expectativa previa.
Y el dato estrella lo dice todo: el 90% de las existencias vendidas.
Seis de los catorce conventos participantes lo vendieron todo.
Una auténtica proeza en tiempos donde la repostería conventual, más que un dulce, es un salvavidas.
Un éxito que sostiene vocaciones y economías
El impacto económico ha sido rotundo. Para muchos conventos, esta feria ha supuesto un respiro financiero de enorme importancia. La fórmula ha sido clara: calidad artesanal, tradición viva y una ciudadanía volcada.
Pero también ha sido determinante el innovador programa “Apadrina a un convento”, mediante el cual empresas solidarias donaron ingredientes clave para la elaboración de los dulces. Menos coste, más producción, mejores resultados.
El obispo agradece la entrega de los voluntarios
El lunes 8 de diciembre, Mons. Jesús Pulido Arriero, obispo de Coria-Cáceres, se reunió con los voluntarios para agradecerles personalmente su labor.
Los llamó “el corazón anónimo” de la Feria.
Más de 100 voluntarios procedentes de parroquias cacereñas, asociaciones y la Unión de Cofradías han sido pieza esencial: atención al público, logística, apoyo constante… sin ellos no habría existido la magia.
La próxima semana, el obispo celebrará otro encuentro con patrocinadores, empresarios y colaboradores para reconocer su apoyo a la organización.
Formación, logística y manos expertas
La Feria ha brillado gracias al apoyo del Centro de Formación del Sexpe y de empresas privadas que aportaron logística, formación y recursos.
Además, las elaboraciones en vivo de chefs de prestigio, las actuaciones musicales, las conferencias y los talleres infantiles —donde participaron alumnos del Colegio Diocesano José Luis Cotallo— han convertido la feria en una experiencia completa.
Más que un mercado: un viaje sensorial a la tradición viva.
LUPA DEx
Las 4 claves del éxito
1. “Apadrina a un convento”: cuando la empresa privada se convierte en aliada social
La donación de ingredientes supuso un antes y un después para las comunidades religiosas. Menor gasto y mayor rentabilidad para un producto artesano de primer nivel.
2. Voluntariado: la fuerza invisible que sostiene lo esencial
Su entrega ha sido monumental. Orden, cercanía, hospitalidad y un ritmo de trabajo que evitó colas interminables. La Feria fue eficiente porque ellos estuvieron ahí.
3. Instituciones, empresas y Sexpe: una sinergia que funcionó
Formación, logística y apoyo técnico: la mezcla perfecta para un evento que debía ser impecable desde dentro.
4. Una experiencia familiar, cultural y gastronómica
Chefs en directo, música, talleres, conferencias… La Feria Monacal no fue sólo repostería: fue un universo de cultura, convivencia y espiritualidad popular.
Una despedida que suena a futuro
Los conventos se marchan con “muy buenas impresiones” y la ciudadanía pide que esta no sea flor de un día.
La I Feria Monacal 2025 no solo ha triunfado: ha nacido mayor. Y si mantiene esta mezcla de tradición, solidaridad y participación social, la segunda edición no será una feria… será un acontecimiento.







