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La Junta mantiene el nivel 2 del Plan INFOCAEX ante el grave incendio de Caminomorisco, que ya ha arrasado 2.500 hectáreas

Extremadura activa su capacidad operativa máxima para proteger a la población y contener el avance del fuego en las Hurdes

Caminomorisco, 31 julio 2025. — La Junta de Extremadura mantiene activa la situación operativa 2 del Plan Especial de Protección Civil ante Incendios Forestales (INFOCAEX) tras el devastador incendio declarado en el término municipal de Caminomorisco, en plena comarca de Las Hurdes, que ya ha consumido 2.500 hectáreas y mantiene en vilo a las autoridades y a los vecinos de la zona.

A primera hora de la mañana, el consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social, Abel Bautista, ha presidido el comité de dirección del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) desde el Puesto de Mando Avanzado instalado en la zona del incendio. Junto a él ha estado el consejero de Gestión Forestal y Medio Natural, Ignacio Higuero, en una jornada clave para evaluar el estado de la emergencia y coordinar esfuerzos.

Según ha informado Bautista a los medios, el fuego ha consolidado un 30 % de su perímetro, estimado en 20 kilómetros, aunque ha advertido que las altas temperaturas y la baja humedad podrían complicar seriamente las labores de extinción durante las próximas horas. “Estamos preparados para más evacuaciones si es necesario”, ha afirmado con rotundidad el consejero, tras confirmar que seis núcleos urbanos han sido ya evacuados y que hay cuatro más en prealerta.

Evacuaciones y albergue de emergencia

Durante la pasada noche han sido desalojadas las alquerías de Cambrón, Dehesilla, Huerta, Avellanar, Robledo, Mesegal, así como una zona periurbana de Caminomorisco. Cerca de 80 personas se encuentran actualmente alojadas en la residencia de estudiantes del municipio, donde han sido atendidas por personal sanitario, trabajadores sociales y psicólogos.

La coordinación entre las administraciones local, autonómica y estatal está siendo, en palabras de Bautista, “ejemplar”, y ha querido agradecer “la entrega y profesionalidad de todos los efectivos que llevan combatiendo el fuego desde el primer minuto”.

Un amplio operativo sobre el terreno

En el terreno actúan 270 efectivos, entre ellos 130 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME), 15 unidades de bomberos forestales, 12 medios aéreos, 6 equipos de maquinaria pesada, 9 técnicos de extinción, y personal especializado del MITECO, INFOCA, Guardia Civil, Cruz Roja, y las Diputaciones de Cáceres y Badajoz. El operativo cuenta además con el apoyo de técnicos de Protección Civil y Emergencias.

La Junta de Extremadura ha subrayado que el principal objetivo sigue siendo proteger a la población, sus bienes y el entorno natural, y ha reiterado que todos los medios y recursos seguirán movilizados hasta que la situación esté bajo control.

Mientras tanto, el foco de preocupación continúa siendo el viento y la evolución de las temperaturas, factores que podrían avivar las llamas en una comarca de alto valor ecológico y social como es la de Las Hurdes.

Desde la Junta se ha pedido a la población que mantenga la calma, siga las instrucciones de seguridad y se informe solo a través de fuentes oficiales. Las próximas horas serán decisivas.

Lupa DEX | Caminomorisco arde: cuando el fuego revela la fragilidad del territorio

La emergencia declarada en Caminomorisco no es solo un incendio más en un verano que ya prometía ser seco y tenso. Es la trágica confirmación de que nuestras comarcas más vulnerables siguen sin el blindaje estructural que merecen. Cuando el fuego llega, lo hace con la voracidad de lo inevitable, y cada hectárea calcinada es también una historia de abandono crónico, de falta de recursos, de promesas incumplidas.

En Las Hurdes, donde el fuego ya ha devorado 2.500 hectáreas, la despoblación y el envejecimiento demográfico se suman al olvido institucional. No es casualidad que la mayoría de las alquerías evacuadas estén formadas por poblaciones envejecidas y sin apenas servicios. Cuando llega la catástrofe, las sirenas lo gritan: no hay bomberos rurales suficientes, no hay cortafuegos mantenidos, no hay un plan de prevención adaptado a la nueva realidad climática.

La Junta ha activado todos sus recursos y la coordinación institucional parece funcionar. Bien. Pero no basta con apagar fuegos: hay que prevenirlos desde enero, no desde julio. Las políticas forestales no pueden seguir en modo reactivo. Necesitamos una gestión activa del monte, empleo verde permanente, reforestación con especies autóctonas, inversión en caminos rurales y formación en autoprotección vecinal.

Y, por encima de todo, devolver la dignidad a quienes viven en el territorio, porque no son solo víctimas del humo, sino supervivientes de décadas de indiferencia.

Mientras el helicóptero sobrevuela las llamas, conviene recordar que el humo también nubla la memoria política. Que no nos pase otra vez.