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La madre de la niña con autismo presuntamente maltratada,denunciará a cinco personas por difundir datos personales

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«Exceden lo tolerable, difamando tanto a mi hija como a mi, y promueven de manera directa la hostilidad y discriminación tanto de la niña como mía, que soy adulta pero también tengo una discapacidad», ha subrayado la madre, que ha añadido que se están recopilando las informaciones difundidas e identificando a los que han transmitido esos mensajes.

Algunos de los datos que se han difundido van desde «el cuestionario de su diagnóstico hasta la valoración de la medicación que debería tomar, así como su proceso de escolarización u opiniones expertas de dónde debería estar escolarizada», además de afirmaciones como que «la ONCE paga a dos personas para que atiendan a mi hija porque yo siempre me he desatendido de ella», ha indicado la madre.

Ana Belén Salas, que ha ofrecido este lunes una rueda de prensa en la capital cacereña para aclarar algunas circunstancias que se han producido en torno a este caso, ha incidido en que cuando se celebre la vista del actual proceso judicial que hay abierto contra la directora del colegio San Francisco, ahora denominado Ribera del Marco, se interpondrá una denuncia a las personas que han difundido datos de la menor y de la familia.

De momento, el Juzgado de Instrucción nº 7 de Cáceres está investigando los hechos que ha denunciado la madre sobre un presunto maltrato a su hija autista en el aula de educación especial del centro en el que, hasta ahora, estaba escolarizada. Como ya se ha informado, la madre colocó a principios de mayo una grabadora en la mochila de la niña y ha puesto los audios, que corresponden a quince horas de grabación, a disposición de un juez que será el que dirima «si lo que se escucha ahí es o no constitutivo de delito y si ha sido continuado o no», ha defendido.

Salas ha incidido en que, desde hace un año, ha trasladado por escrito «hasta en once ocasiones» sus quejas a la dirección del centro y a la Consejería de Educación para pedir explicaciones de lo que estaba pasando «sin obtener respuesta», por lo que decidió poner la grabadora en la mochila de su hija.

En su intervención ha querido aclarar que su denuncia «no es contra un colectivo», el de los maestros, sino contra una persona concreta, la directora del centro, y que ha dado ese paso para defender los derechos de su hija porque «lo que se oye en esas grabaciones no responde a ningún protocolo de intervención educativa, ni para una niña con autismo ni para ningún niño».

«La discapacidad de mi hija nada tiene que ver sino como agravante de la situación de indefensión manifiesta en la que se encuentra porque son afirmaciones tan inapropiadas que no merece la pena decir nada, sino tomar las medidas oportunas», ha dicho.

En su intervención ha defendido el derecho de la niña a estar escolarizada en un centro con un aula de educación especial ya que «tiene derecho a estar escolarizada en un ambiente lo más inclusivo posible que fomente su participación en la sociedad».

En esta línea, ha recordado que el pasado día 29 se publicó la resolución de la primera denuncia ante la ONU contra España por vulneración de derechos a la educación de niños con discapacidad, una lucha que ha estado encabezada por Mónica Sumay. El caso de la niña cacereña ha formado parte del expediente de esta denuncia porque, en su día, se aportaron «todas las irregularidades que se estaban produciendo desde el inicio de su escolarización».

«Nos hemos puesto en contacto otra vez con la señora Sumay para que dé traslado al Comité de Derechos Humanos de la ONU de la situación de la menor», ha indicado Salas, ya que hace más de un mes que la Administración extremeña conoce los hechos y «no se ha puesto en contacto con nosotros para dar una respuesta terapéutica a la niña que le permita superar las situaciones vividas», ha indicado.

De hecho, la menor permanece sin escolarizar en el domicilio familiar donde sí está recibiendo atención especializada ya que la madre quiere que la niña vuelva al centro escolar aunque la directora ya ha sido apartada de su cargo por la Junta de Extremadura, que ha abierto una investigación.

Salas ha anunciado que no solo se va a ir por la vía judicial por los presuntos malos tratos sino que se evaluarán las condiciones de educación de la niña desde que entró en Educación Infantil y «actuaremos en consecuencia», ha dicho, al entender que se han vulnerado sus derechos desde el primer momento de la escolarización de la niña.

«La discapacidad de mi hija ha sido la incapacidad de las personas que forman los colegios», ha espetado la madre, que ha reconocido que su hija ha pasado por cuatro centros diferentes a lo largo de su proceso educativo (Extremadura, Francisco Aldana, Donoso Cortés y ahora San Francisco). Así, defiende que el «problema» no es de los colegios, sino «de las personas que lo forman» porque «el sistema seguirá fallando mientras el personal docente no tenga el apoyo que necesita», ha indicado la madre.

Así, ha incidido en que «no tiene nada contra el personal docente» y que la denuncia está interpuesta a título «individual» contra un persona después de que haya requerido a la Administración regional para que solucionase el asunto.

REUNIÓN CON FERNÁNDEZ VARA

«Nadie ha dado la cara durante un año entero», ha manifestado la madre que ha pedido al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que se reúna con ella «si es posible». No obstante, cuando el caso saltó a los medios de comunicación, la consejera de Educación mantuvo un encuentro con la madre para comunicarle que se había suspendido a la directora del centro pero no le han dado una solución a la escolarización de la niña.

Respecto a la creación de una plataforma ‘Por la dignidad de los maestros extremeños», Ana Belén Salas ha indicado que «si ellos creen que están haciendo bien, adelante» pero ha añadido que le parece «patético» que este tema «debería haberse movido de otra forma», ya que «ellos (los maestros) están en su derecho de pedir el apoyo que necesitan en las aulas porque el colegio forma parte de los niños y tiene que hacer una educación digna para todos con personal preparado y cualificado».

«Estoy muy segura y muy tranquila del océano al que me estoy enfrentando, soy una mujer honrada y voy con la verdad por delante y que cada uno actúe y haga lo que tenga que hace, pero sí pido que cuando se dé una opinión sea desde el sentido común y el respeto», ha subrayado.

A preguntas de si sabía que dos profesionales del aula de educación especial se habían dado de baja unas semanas antes de que ocurrieran los hechos que se han denunciado, la madre ha dicho que sí conocía ese hecho pero ha lamentado que se quiera vincular esa situación a las alteraciones del comportamiento de su hija. «Este es un tema de humanidad. No es fácil estar aquí porque esto es súper triste», ha concluido la madre.


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