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La magistrada extremeña Ángela Murillo, que enterró la estructura de ETA, entre otros históricos asuntos, se jubila

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Madrid, 16 de septiembre de 2024.- La magistrada Ángela Murillo, pionera en la carrera judicial y primera mujer en ingresar en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en 1993, se jubila después de 31 años de servicio en el tribunal.

Durante su carrera, ha colaborado intensamente en la lucha contra ETA y ha protagonizado algunos de los juicios más mediáticos de la historia de España.

Murillo ha sido conocida por su personalidad única, que combina una gran capacidad para resultar entrañable con un carácter campechano y una gran ironía. Ha sido descrita como «una madre impartiendo justicia» y ha creado un ambiente relajado en sala, incluso en momentos tensos.

Durante su carrera, Murillo ha presidido varios juicios importantes, incluyendo el caso Nécora contra el narcotráfico, el caso de las tarjetas «opacas» de Caja Madrid y el juicio contra la célula de Al Qaeda en España. También ha sido conocida por sus enfrentamientos con el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y el excomisario José Villarejo.

A pesar de haber sido objeto de críticas y controversias, Murillo se jacta de no haber recibido nunca presiones de ningún tipo y de haber hecho siempre lo que le ha dado «la gana». También ha sido reconocida por su capacidad para mantener una buena relación con los acusados, incluso en momentos difíciles.

Murillo se jubila después de una carrera que comenzó en 1980 en un juzgado de Lora del Río (Sevilla) cuando tenía 25 años. A partir de ahora, podrá dedicarse a mejorar sus conocimientos de informática y terminar la carrera de piano, su gran pasión.

En su charla de despedida con periodistas habituales de la Audiencia Nacional, Murillo dijo que no le da pena irse y que se siente la satisfacción del deber cumplido. También expresó su gratitud por haber podido dedicarse a la judicatura y por haber podido hacer una diferencia en la sociedad española.

La jubilación de Murillo marca el final de una era en la Audiencia Nacional, donde ha sido una figura clave en la lucha contra el terrorismo y la corrupción. Su legado será recordado por muchos años y su nombre será siempre asociado con la justicia y la integridad.


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