El seísmo ha sido de 4,3 grados en la escala de Richter y se ha producido a 35 kilómetros de profundidad, un nivel bastante más bajo que los que se están produciendo normalmente, sobre unos 10-15 kilómetros.
El terremoto, de magnitud III, ha ocurrido durante la mañana y se ha sentido notablemente en toda la isla, aunque no hay que lamentar daños personales ni materiales.
Las compañías que operan en la isla de La Palma han cancelado sus vuelos hasta que se puedan garantizar las condiciones de seguridad.
En el resto de aeropuertos canarios el tráfico aéreo no se ve afectado. El volcán sigue rugiendo aunque ha disminuido su capacidad destructura por el momento.
La razón es que la acumulación de cenizas ha sido muy preocupante tras el cambio en el régimen de vientos.
Las compañías aéreas Binter y Canaryfly anunciaron la cancelación de todos sus vuelos con origen o destino en la isla previstos este jueves hasta que las condiciones meteorológicas mejoren.
La nube volcánica se dirige hacia el noreste y está provocando la caída de ceniza en la zona oriental de la isla. La situación se podría prolongar varios días, según las previsiones meteorológicas.
La superficie afectada por las coladas es de casi 422 hectáreas.
