crisis financiera covid19
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Hace ya casi un año, cuando aún en Europa no nos dejaban creer en una pandemia mundial, uno de los multimillonarios más importantes en gestión corporativa y filosofía de inversión de los Estados Unidos, avisó de la que se nos vuelve a venir encima.

Un mundo loco y un sistema roto, aseveró Ray Dalio en un post de Linkdedin el pasado 5 de noviembre de 2019. Una dura crítica contra la paradoja del dinero gratis en la economía global.

Ray Dalio, un mundo loco
Ray Dalio, un mundo loco y un sistema roto

Dalio hace alusión a la abundancia de dinero a bajo coste, aseverando que «al mismo tiempo que el dinero es esencialmente gratuito para quienes tienen dinero y solvencia crediticia, no está disponible para quienes no tienen dinero y solvencia crediticia».

¿Qué quiere decir esto? La brecha en la riqueza y las oportunidades va en aumento, otra vez. «El sistema para hacer que el capitalismo funcione bien para la mayoría de la gente está roto», afirmó el inversor. Estamos ante un problema endémico, asevero yo. 

Existen grandes déficits gubernamentales, que muy probablemente aumentarán. Y esto,  ¿en qué se va a traducir? Impuestos y aumento del coste de la vida, que básicamente pagará el ciudadano de a pie en una economía que lleva estancada mucho tiempo, desde el 2008.

¿Y a qué se dedican en nuestro país quienes conforman las sesiones gubernamentales? A profesarse insultos entre partidos y mentir vilmente al ciudadano para polarizar a la sociedad y que ésta se preocupe más por el vecino que por los que tiene encima. Además de asegurar, dando palos de ciego, una pronta recuperación de la economía tras la vacuna de la Covid19 –que por cierto, va para largo si no queremos morir en el intento-.

Pero los términos de negocios a alto nivel y los rifirrafes políticos no nos deben atañer. Como bien dice un buen amigo, ante una mina de oro, el 99% de la población solo cuenta con una pala, mientras que el 1% tiene la excavadora. Además, nos encantan los conflictos y el cerebro tiende a la vagancia por naturaleza –herencia biológica-, algo que infinitos programas de televisión y políticos carcas saben. Pan y circo.

¿Qué puede hacer el ciudadano de a pie, ante la que se nos viene encima? A día de hoy, prácticamente nada. Pero desde ahora y para nuestro futuro, todo. Las decisiones de hoy son el fruto del mañana, y pequeñas aportaciones individuales ofrecen mejoras personales y de nuestro entorno.

 

Piense en grande, actúe pequeño.

  1. Aceptar el sistema capitalista en el que vivimos, nos guste o no, y sentar las bases entorno a su conocimiento para tomar mejores decisiones desde dentro. Aspirar a un sistema mejor o renovar el que tenemos con cada aportación. Torres más altas han caído a lo largo de la historia, y este sistema, que aprieta al 99%, no iba a ser menos.

Seguir formándonos en campos que hasta ahora ni se nos pasaban por la cabeza. Porque si la economía es la que condiciona todas las decisiones que tomamos día a día (qué estudiar, qué comprar, en qué invertir, qué negocio idear) ¿por qué nos negamos a saber cómo funciona? ¿Por qué no aprovechamos su potencial para mejorar lo que tenemos? Educación financiera.

 

  1. Informarnos en calidad y no en cantidad, y centrarnos. El ciudadano debe saber que muchos medios de comunicación aspiran al clic fácil y al entretenimiento, porque es lo que les reporta beneficios. Deje de ver programas basura y céntrese en adquirir información de calidad mediante libros, periódicos que le gusten o canales de Youtube con contenido de alto valor para desarrollar su idea de negocio o mejorar su situación financiera y personal actual.

Internet ha democratizado el conocimiento y hay centenares de personas aportando valor con cada publicación o video que comparten fuera de los canales tradicionales. Elija un tema que le guste, o que pueda solucionar el problema que tiene entre manos y poco a poco se abrirá un mundo de posibilidades ante sus ojos, en todas las áreas del conocimiento. Tomará conciencia de que todos los ámbitos de la vida están relacionados y son necesarios.  

 

  1. Aportar valor y decidir conscientemente. No solo se trata de mejorar nuestro negocio o situación, sino de aportar por lo que le han dado otras personas. Al mejorar nuestro alrededor, se produce una retroalimentación que nos vuelve a mejorar a nosotros mismos.

No obstante, siempre hay factores externos que nos condicionan. El primero, el sistema de gobierno en el que vivimos. Y para ello, hay que elegir conscientemente a quién votamos en cada momento de la historia y no dejarse llevar por los juicios de trincheras. Si aceptamos vivir bajo la tutela de Papá Estado, qué menos que elegir bien quién nos tutela.

Como diría Raymond Aron, a la poesía ideológica se la combate con la prosa de la realidad.

Cualquiera que haga un poco de revisionismo histórico, se dará cuenta que en los miles de años de historia de nuestra especie, los escasos últimos 30 han supuesto un cambio radical de paradigma. Cada día que pasa vemos el año anterior como algo viejo y oxidado, que ya no sirve para nuestro futuro y el de nuestros hijos –si decidimos tenerlos-.

Invierta en todo tipo de educación y no se sentirá nunca más estafado, ni económica ni ideológicamente. Los cambios son continuos y hay que estar preparados para lo que está a la vuelta de la esquina. Y el conocimiento es algo que nunca nos podrán domeñar.

 

Si ha llegado hasta aquí, no se abrume, el principio es empezar:

Esto solo le llevará la mitad de tiempo que un capítulo de la Isla de las Tentaciones y, además, habrá aprendido cómo solucionar algunos problemas endémicos de su vida y olvidarse del dinero.

  1. Artículo de Ray Dalio aquí y pequeño resumen financiero aquí.
  2. Video resumen ilustrado y posibles actuaciones ante la que se nos viene encima aquí.
  3. Dedíquele un rato al enlace de arriba.

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