Juan Preciado, 15 de mayo de 2025.- La trashumancia, una práctica ganadera ancestral que implica el traslado estacional del ganado entre diferentes pastos, ha sido una tradición fundamental en las zonas rurales de España, especialmente en regiones como Extremadura y Castilla. Esta actividad no solo ha modelado el paisaje y la economía, sino que también ha tejido una rica cultura y un profundo vínculo entre las personas y la tierra.
En Extremadura, la trashumancia ha sido una actividad esencial para los pastores que, durante siglos, han guiado sus rebaños a través de las cañadas reales, siguiendo rutas que conectan las dehesas de verano en las montañas con los pastos invernales en las llanuras. Esta práctica ha permitido la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad, al tiempo que ha sostenido una economía basada en la ganadería extensiva.
Sin embargo, en las últimas décadas, la trashumancia se ha enfrentado a desafíos significativos. La modernización de la agricultura, el abandono de las zonas rurales y la falta de relevo generacional han puesto en peligro esta tradición. A pesar de ello, aún existen pastores comprometidos con su preservación.
Valverde de Leganés: Un Homenaje a la Tradición
Una de las celebraciones más destacadas que rinde homenaje a la trashumancia es la fiesta «Vive la Trashumancia y Feria del Queso Artesano», que se celebra en Valverde de Leganés, Badajoz. En su XIV edición, del 22 al 25 de mayo de 2025, esta fiesta declarada de Interés Turístico Regional se convierte en el epicentro de la cultura pastoril y la gastronomía local.
Durante estos días, el municipio se llena de actividades que permiten a los visitantes sumergirse en la historia y las costumbres de la trashumancia. Se realizan recreaciones de rutas de pastores, exhibiciones de ganado, talleres de elaboración de queso y degustaciones de productos locales. Además, la feria ofrece una amplia variedad de quesos artesanales, muchos de ellos elaborados por los propios pastores que han mantenido viva esta tradición.
Para los pastores de Extremadura y Castilla, la trashumancia es mucho más que una actividad económica; es una forma de vida que conecta generaciones y mantiene vivas las tradiciones. A pesar de los retos, muchos jóvenes se están interesando por este oficio, buscando formas de combinar la tradición con la sostenibilidad y la innovación.
La trashumancia es un legado cultural que ha moldeado la identidad de las regiones rurales de España. Celebraciones como la de Valverde de Leganés no solo preservan esta tradición, sino que también educan a las nuevas generaciones sobre la importancia de mantener vivas las costumbres que han sustentado a las comunidades durante siglos. En un mundo cada vez más globalizado, es esencial recordar y valorar nuestras raíces para garantizar que este patrimonio siga siendo una parte integral de nuestra historia y cultura.