Cáceres.- Hoy, 18 de julio, en la placita de Santiago, a dos pasos del magnífico templo de advocación al apóstol, las autoridades locales y alguna foránea han descubierto un monolito como el que informa a los peregrinos del mundo que hacen el viaje hacia Compostela.
El Presidente de Galicia, Sr. Rueda, la presidente de Extremadura, Sra. Guardiola y el alcalde de Cáceres, don Rafa Mateos, protagonizaron el breve, simbólico, y natural recuerdo para los miles de peregrinos que pasan por el lugar, cuando realizan la etapa correspondiente de este otro Camino de Santiago: la Vía de la Plata.
Concejales de los partidos políticos acompañaron el acto e invitados de cualquier origen asistieron a la breve ceremonia. Entre los asistentes los miembros de la Asociación de Amigos de la Calzada Romana de la Vía de la Plata, como su Presidente don Juan Gil Montes, y su secretario don Salvador Calvo Muñoz.

Las autoridades presentes en el día de hoy visitaron el magnífico hotel en el que se ha convertido el Palacio Godoy y posteriormente la iglesia del Apóstol, sita precisamente sobre el trazado de la antigua Vía Romana. Invocamos una vez más la protección del Apóstol para que se cuide y fomente como merece el itinerario de los cientos de peregrinos del mundo que realizan el llamado “Camino Mozárabe” y que, dicho queda, pasa por esta ciudad. Gracias al señor presidente de Galicia por su presencia y por el monolito que recordará inexorablemente la relación apostólica de su comunidad autónoma y la ciudad de Cáceres.
S.C.M.
El hito de la Plaza de Santiago: un guiño de granito al peregrino
En el corazón de la Plaza de Santiago de Cáceres, un sólido hito de granito marca el paso silencioso de miles de peregrinos rumbo a Compostela. Es una de las señales inconfundibles de la Vía de la Plata, uno de los diez itinerarios oficiales del Camino de Santiago, que desde tiempos medievales ha guiado a caminantes, creyentes y aventureros.
A 695 kilómetros de la mítica Plaza del Obradoiro, este hito cacereño recuerda la esencia del Camino: la flecha amarilla y la concha de vieira grabadas en su superficie son símbolos universales de esperanza y dirección. No solo orientan, sino que también invitan a hacer una pausa y sentir que cada piedra, cada plaza y cada pueblo forman parte de la gran ruta jacobea que une el sur con el norte de la península.






