R. DEx, 8 de marzo de 2025.- El eco de las voces feministas resonó con fuerza este 8 de marzo en las calles de Mérida y Badajoz. «El machismo mata», «Aquí estamos las feministas» y «Ni un paso atrás» fueron algunos de los lemas que corearon las alrededor de 1.800 personas, en su mayoría mujeres, que inundaron las avenidas con el color violeta de la resistencia. La convocatoria, impulsada por la Plataforma 8M, fue una declaración de intenciones: el feminismo no retrocede, avanza con determinación, enfrentando los embates de la desigualdad y las violencias que siguen golpeando a las mujeres en todos los ámbitos.
EL FEMINISMO QUE NO SE CALLA: JUSTICIA, DERECHOS Y DIGNIDAD
La lectura del manifiesto en la Plaza de España de Mérida dejó claras las urgencias del movimiento. «No aceptamos un poder judicial que nos cuestione, que dude de las víctimas y favorezca a los agresores», reclamaban. La realidad que sustentaba esas palabras era incuestionable: 52 mujeres han sido asesinadas por violencia de género en lo que va de 2024 y cada cuatro horas se denuncia una agresión sexual en España. Cifras que estremecen y que evidencian la necesidad de una justicia que proteja y no revictimice.
La brecha salarial, la precariedad laboral femenina y la carga de los cuidados también ocuparon un lugar central en la protesta. «Las mujeres trabajan gratis tres meses al año en comparación con sus compañeros hombres», denunció Marisa Tena, de la Plataforma 8M. La desigualdad económica no solo condiciona el presente, sino que condena a muchas mujeres a un futuro de pobreza, con pensiones más bajas y menor protección social.
UN FEMINISMO QUE ABARQUE A TODAS: ANTIRRACISTA Y SOLIDARIO
«El feminismo será antirracista o no será». Con esa consigna, el Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura reclamó un espacio dentro del feminismo que no invisibilice las discriminaciones específicas que ellas enfrentan. «Nos emplean otras mujeres que también luchan por la igualdad, pero nos pagan cinco euros la hora», denunció Tania Irías, activista migrante, aludiendo a la paradoja de una lucha que a veces olvida la interseccionalidad.
PROSTITUCIÓN Y VIENTRES DE ALQUILER: CUERPOS COMO MERCANCÍA
Otra de las demandas más contundentes fue la exigencia de una ley abolicionista del sistema prostitucional, con medidas que penalicen el proxenetismo en todas sus formas. «No hay consentimiento en la explotación sexual», se afirmó en el manifiesto. En la misma línea, se reclamó que los vientres de alquiler sean considerados delito, rechazando la comercialización de los cuerpos de las mujeres.
EL FEMINISMO FRENTE AL AVANCE REACCIONARIO
La movilización también tuvo un fuerte componente político. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el secretario general del PSOE de la región, Miguel Ángel Gallardo, participaron en los actos, evidenciando las tensiones dentro del debate sobre el feminismo institucional. «No permitiremos que nos den lecciones», declaró Guardiola, mientras que Gallardo señaló la necesidad de ir «un paso más allá» en la lucha por la igualdad.
Desde la oposición, Unidas por Extremadura alertó sobre la «ola reaccionaria» que amenaza los derechos de las mujeres, con discursos negacionistas de la violencia machista y políticas regresivas. «A la extrema derecha que nos quiere en casa y sin derechos hay que hacerle un cordón sanitario», sentenció Irene de Miguel, portavoz de la coalición.
EDUCACIÓN FEMINISTA: EL CAMINO HACIA LA IGUALDAD REAL
Si hay una herramienta fundamental para erradicar la desigualdad, esa es la educación. «Las profes luchando están educando», proclamaban las camisetas de ‘Las Violetas’, un colectivo de docentes que exige la integración de la perspectiva de género en la enseñanza. «Si la sociedad clama por igualdad, la escuela debe hacerlo también», afirmó Olga Luengo, profesora de Historia con más de tres décadas de experiencia.
Con un llamamiento a no retroceder y a mantener la lucha en las calles y en las instituciones, la jornada del 8M en Extremadura concluyó con un mensaje claro: el feminismo sigue en pie, desbordando las plazas y marcando el camino hacia una sociedad más justa, libre y digna para todas.