Después de hacer una labor humanitaria, social, solidaria y entregada a los demás durante 141 años, parece ser que su estancia en la ciudad de Cáceres va a ir tocando a su fin. Son Las Hermanitas de los Pobres, que comenzaron su presencia en Cáceres en 1879 de forma muy humilde en la calle Caleros, y acabaron ocupando un gran solar en el Paseo de Cánovas, en la denominada Milla de Oro cacereña, con 96 residentes a los que en la actualidad atienden 43 empleados.
Las Hermanitas se van ,según comentaron a residentes y familiares, por la falta de vocaciones que asola a la comunidad religiosa, porque las monjas que quedan son ya de avanzada edad y porque los tiempos que vivimos » no son los de antes, los ancianos requieren de un atención muy personalidada e integral».
El futuro del edificio pasa porque otra congregación o una empresa privada, fundamentalmente especialista en la atención a personas mayores, se haga cargo del mismo y obviamente de la atención a sus ocupantes. la condición que ponen las actuales propietarias es que se conserven los puestos de trabajos. Ya ha habido algunas gestiones al respecto y en caso de que el acuerdo o venta no fructifique en corto espacio de tiempo, se podría trasdladar a los residentes a otros centros del país de la congregación.
La noticia ha causado gran impacto en la ciudad desde que las monjas se reunieron con familiares y residentes el pasado miercoles para comunicarles la decisión. No en vano, son muchos los ciudadanos que tienen a familiares residiendo en las instalaciones del paseo de Cánovas.
La Congregación de las Hermanitas de los Pobres está al servicio de los ancianos en los cinco continentes. Los cuida en espíritu de humilde servicio, formando una sola familia y guardando viva la herencia de su fundadora Santa Juana Jugan.
» Nuestra misión ha sido siempre ejercer la hospitalidad con los Ancianos necesitados, ofreciendo espacios en los que se promueva, defienda, cuide y celebre la vida, facilitando el desarrollo integral del Anciano, y permitiendo la participación activa de cuantas personas quieran colaborar en nuestra misión. Somos para la sociedad un referente en el trabajo al servicio desinteresado a favor de los ancianos, testimoniando en medio del mundo el respeto y el valor por la vida hasta su término natural, con una gestión optima a través de procesos de mejora continua, en todos nuestros proyectos, desde el saber hacer propio de las Hermanitas de los Pobres.El espíritu de familia de las Hermanitas de los Pobres: Como espacio físico y emocional en el que la persona desarrolla sus valores y capacidades desde la afectividad, el respeto y la autodeterminación», se indica en su página web.