Rómulo Peñalver, 23 de febrero de 2025.- La historia de Constantin Dumitru y Priscila Lara, autores del asalto más audaz en la gastronomía española reciente, bien podría ser un guion de cine. Y, de hecho, Hollywood ya ha puesto su sello de interés.
La pareja que urdió el robo de 45 botellas de vino del renombrado restaurante Atrio de Cáceres, valoradas en 1,6 millones de euros, está en el punto de mira de la industria del entretenimiento. Su vida, entre la clandestinidad y el escándalo, se balancea ahora entre la cárcel, Constantin, la vida apacible en México, Priscila, y la posibilidad de convertir su robo en un relato taquillero tanto en documental como en serie o película
Cabe recordar que en la noche del 27 de octubre de 2021, la ex miss mexicana y el ladrón rumano-holandés ejecutaron un robo con la precisión de una escena de «Ocean’s Eleven». Priscila, elegante y persuasiva, reservó una suite en el exclusivo establecimiento de Atrio Relais Chateaux. Mientras, Constantin, entró en la bodega del restaurante con una maestría inquietante. La secuencia de los hechos se repasa en las cámaras de seguridad: movimientos calculados, presión en la mirada, la cadencia de quien sabe que el tiempo es su peor enemigo.
Desaparecieron con las botellas más codiciadas del planeta. Entre ellas, una joya vinícola: un Chateau d’Yquem de 1806, una pieza de colección única en el mundo, valorada en 350.000 euros. No hubo violencia, ni huellas dactilares, ni un solo vidrio roto. Solo un vacío colosal en las estanterías de la bodega de Atrio.
Fama tras las rejas
Apenas un año y medio después de su detención en una remota localidad croata y un juicio obviamente super mediático, llegó la inevitable condena y su estancia en la cárcel de Cáceres. las tornas han cambiado. Pasado el tiempo, Priscila ya está en libertad, de regreso en México, mientras Constantin sigue pagando su condena en una celda en Estremera, a donde fue trasladado a petición propia.
Recientemente, han recibido una oferta formal de una productora de Hollywood para llevar su historia a la pantalla grande. A cambio, la pareja recibiría una cantidad fija y un porcentaje de la taquilla. En paralelo, una plataforma de streaming propone una serie documental en la que los propios protagonistas del fantástico robo narrarían su versión de los hechos en cinco episodios.
Para Priscila, con formación en arte dramático, esta nueva vida podría ser un trampolín a la industria del entretenimiento, quien sabe, belleza y maneras no le faltan.. Para Constantin, en cambio, la fama le llega entre barrotes, con una celda como camerino actual.
Las botellas desaparecidas: el enigma sin resolver
Lo más intrigante es que, a día de hoy, nadie sabe dónde están las 45 botellas sustraídas. Algunas fuentes apuntan a que fueron revendidas en el mercado negro de coleccionistas privados, otras sugieren que el botín fue enterrado en algún lugar de Europa Oriental.
¿ Y qué ha pasado con el Chateau d’Yquem de 1806 ? ¿ Podría haber sido destruido para evitar que fuera rastreado, lo que sería una pérdida irreparable para la historia del vino?. Lo cierto es que ni la joya vinícola ni las otras 44 botellas no han sido halladas y el misterio sigue abierto.
De la delincuencia al estrellato
La fascinación por los criminales reconvertidos en celebridades no es nueva. Pero en este caso, la ironía es palpable: quienes irrumpieron en la bodega de Atrio con la intención de desaparecer en la sombra, ahora están bajo el » lazo» de productores avezados en la industria del cine.
Mientras tanto, Priscila sigue en su México natal, muy en la sombra, muy discreta ella y Constantin aguarda en Estremera su próximo permiso penitenciario, quizá para otra entrevista, quizá para firmar el contrato que hará de su historia y la de su pareja un atractivo y emocionante guion de cine.
