ley memoria

LEY DE MEMORIA & LEY DE CONCORDIA

Va por delante mi condición poco dudosa al respecto de la primera, mi abuelo fue preso e 18 de julio de 1936, a su hermano lo mataron tras la toma de Talavera de la Reina, entonces Talavera del Tajo, por las tropas de Yagüe, y el cuñado de ambos acabó la guerra de Mayor del ejército rojo, a pesar de ello alguno me llamará “fascista” sin saber que es el fascismo en este curiosa imposición de calificativos, mediante la cual se tacha de algo a los que no lo son, ni se dicen como tales, mientras no se menciona por lo que es, a quien dice serlo, así hay en España y en su gobierno un Partido Comunista, sus miembros son comunistas, sus estatutos los definen como tales, pero nadie los llama comunistas, siendo como es esta ideología política la que más terror, muerte y persecución ha causado, y sigue causando en el mundo, Korea del Norte, Cuba y Venezuela son vivos ejemplos. Incluso estos últimos, los comunistas, evidentemente de muy extrema, dictatorial y totalitaria izquierda, se permiten calificar de fascistas a partidos que no tienen ni por asomo tal ideología en su ideario, que asumen y defienden los principios constitucionales y democráticos, y que pueden discrepar al respecto de la realidad imperante, territorial, social o política, y por eso tienen que ser fascistas, por que lo dicen ellos, los autodeclarados pero innombrados comunistas, asi estamos.

Dicho esto, y volviendo a la cuestión la memoria y la concordia son asuntos particulares, privativos, individuales, y por tanto ajenos a la ordenación gubernativa o normativa, pues es la historia la que determina como ciencia un hecho, cuando esta bien documentado, incuestionable, y lo hace desde una posición objetiva, rigurosa y cierta, en definitiva, científica. Por ello un hecho histórico, absolutamente comprobado, puede dar lugar a distintas memorias siempre individuales, lo de la memoria colectiva es un hecho científico incierto, y por ello ni existe, ni puede ser considerada, y siendo las memorias particulares e individuales, las concordias también lo son.

Así por ejemplo el asesinato de Calvo Sotelo, que a pesar de lo que se dice no pudo ser franquista porque fue muerto antes del 18 de julio, o la ejecución del General Escobar, que no pudo ser traidor a la Patria, porque fue leal al gobierno legítimamente constituido, siendo hecho históricos probados y aseverados, provocarán una memoria en los descendientes del diputado, y otra distinta en los de sus asesinos, y la concordia sera aceptada, o rechazada de formas desiguales entre los descendientes del General Escobar, y los de los le condenaron a muerte.

Hasta aquí la objetividad científica, lo de las leyes es otra cosa, las leyes se hicieron para confrontar, otra vez a los españoles, y con la excusa de las cunetas, ningún español merece eso ni seguir de esa forma, el cuerpo de mi tío abuelo nunca ha sido encontrado, se levantan banderas inconstitucionales, se forman estructuras que reciben subvenciones, se hace política partidista y  se intenta trasladar a la España actual, los problemas de la España de hace casi cien años, cien años ya casi.

Por eso en estos asuntos, la mejor ley es ninguna, porque la norma, si es legítima, no puede alcanzar el hecho personal e interior de la memoria o de la concordia, en realidad no los alcanza, porque con esa excusa lo que hace es convertirse en un instrumento político de unos y de otros para intentar encasillar en las formas de hace cien años a los españoles de hoy en dia, lamentable espectáculo que al final no conduce a parte alguna.

Como decía, acabando ya, ningún español merece cuneta o tumba anónima alguna, tampoco los soldados españoles abandonados en sus cementerios de Cuba, Marruecos, Filipinas o Vietnam, lo he dicho antes, pero para la recuperación de los restos, y para el estudio de los datos y documentación no hace falta la política, las banderas y las algaradas, los departamentos de antropología, forenses y archivísticos de las universidades, dotándoles convenientemente del dinero que se entrega al asociacionismo, que se ha convertido en un fin en si mismo para con ello perpetuar una estructura clientelar, pueden hacerse cargo de todo, con la eficacia científica y analítica que da la Academia, lejos de la subjetividad partidista.

¿Ley de Memoria & Ley de Concordia?, medios para la investigación universitaria, y ejercicios individuales de recuerdo, memoria, y recuerdo, el perdón es otra cosa, perdonar es de cristianos, y algunos que lo somos, hacemos ese saludable ejercicio todos los días

Rodolfo-Francisco Orantos y Martín-Requejo

Doctor y premio extraordinario de doctorado por la Universidad de Extremadura.