¿Te imaginas vivir en un pueblo que se llama Libros? ¿Y que además tenga una biblioteca pública con miles de ejemplares donados por personas de todo el mundo? ¿Y que sus calles lleven el nombre de tus escritores favoritos? Pues ese pueblo existe y está en Teruel.
Libros es una pequeña localidad de la provincia aragonesa que lucha contra la despoblación y el olvido a través de la cultura y la literatura. Con solo 101 habitantes, Libros quiere convertirse en la capital de la lectura y atraer al turismo con su singular nombre y su proyecto de crear una biblioteca pública.
Para lograrlo, ha iniciado una campaña llamada Libros a Libros, que pide a cualquier persona o entidad que done libros para conformar el fondo bibliográfico del pueblo. La respuesta ha sido tan positiva que ya han recibido más de 3.000 ejemplares de todos los géneros, temas y formatos. Entre los donantes hay particulares, editoriales e incluso escritores famosos como Irene Vallejo, autora del éxito El infinito en un junco.
La idea de crear una biblioteca surgió hace tres años, cuando el pueblo acogió por primera vez el festival literario Mi Pueblo Lee, organizado por la escritora e historiadora Maribel Medina. El evento reunió a más de 250 personas y contó con la presencia del premio Planeta Javier Sierra, natural de Teruel. Desde entonces, Libros ha celebrado otras dos ediciones del festival, con invitados como Elvira Lindo, Rosa Montero o Sonsoles Ónega.
Pero Libros no solo quiere ser una biblioteca, sino también un homenaje a los autores que han pasado por el pueblo o que han apoyado su iniciativa. Por eso, ha cambiado el nombre de sus diez calles por el de escritores actuales, como Arturo Pérez-Reverte, Luz Gabás, Francisco Ibáñez o Marta Sanz. Incluso tiene una plaza dedicada a Javier Sierra, el padrino del proyecto.
Libros es un ejemplo de cómo un pueblo puede reinventarse y resistir ante la amenaza de la despoblación y el abandono.
Con su amor por los libros y su espíritu emprendedor, Libros quiere ser una biblioteca abierta al mundo y un refugio para los lectores.
