Los agricultores y ganaderos extremeños han vuelto a salir a la calle este miércoles para reclamar precios justos para sus productos y medidas que garanticen el futuro del sector. En su segunda jornada de protesta, han cortado varias carreteras secundarias en distintos puntos de la región, aunque sin afectar a las autovías, y han generado menos retenciones de vehículos que ayer.
Según informa la Dirección General de Tráfico (DGT), hasta las 20:00 horas se mantenía activo un solo corte de carretera, la N-523, entre Badajoz y Cáceres, a la altura del kilómetro 48. Sin embargo, a lo largo del día se han producido interrupciones en la circulación en otras vías como la N-430, la N-435, la N-432 y la EX-300, en las provincias de Badajoz y Cáceres.
Los manifestantes, convocados por redes sociales y sin el respaldo de las organizaciones agrarias, han denunciado la falta de rentabilidad de sus explotaciones, la subida de los costes de producción, la competencia desleal de las importaciones y la burocracia de la Política Agraria Común (PAC).
El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, ha advertido de que estas acciones no están autorizadas y que conllevarán las consiguientes multas. Asimismo, ha lamentado que no haya interlocutores con los que negociar y que se hayan producido cortes sin previo aviso.
Por su parte, el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, ha anunciado que la Policía Local sancionará a los tractores y camiones que se manifestaron ayer por el casco urbano sin autorización de la Delegación del Gobierno y sin cumplir las ordenanzas municipales.
La organización agraria La Unión ha defendido el derecho de los agricultores y ganaderos a manifestarse pacíficamente y ha criticado las “amenazas” del alcalde de Mérida. Además, ha pedido al Gobierno que atienda las demandas del sector y que ponga en marcha un plan de choque que incluya medidas fiscales, sociales y de mercado.
Las protestas de los agricultores y ganaderos extremeños se enmarcan en un contexto de movilización nacional del sector primario, que este domingo congregó a más de 100.000 personas en Madrid para exigir medidas que impulsen el medio rural.