Paco de Borja. 18 de octubre de 2025
El sonido de un cuerno vikingo marcará este año el inicio de la 18ª edición del Festival de Novela Policíaca de Madrid Getafe Negro, que se celebra del 18 al 26 de octubre. Una llamada ancestral que, más que un aviso, será una declaración de intenciones: el noir europeo sigue vivo, muta, se diversifica y conquista públicos nuevos. Desde los fríos países escandinavos hasta el corazón de la Mancha, más de 80 autores se darán cita en una de las citas literarias más consolidadas del panorama cultural español.
El frío del norte, la tinta caliente
El festival, que cumple su mayoría de edad, propone un viaje literario por Europa con epicentro en Getafe, convertido durante dos semanas en la capital del crimen narrativo. Habrá más de 60 actividades entre mesas redondas, conferencias, podcasts, teatro, cine, conciertos, talleres o juegos de mesa.
La directora del festival, Maica Rivera, subraya la apuesta por los lectores más jóvenes: “Repensar el futuro pasa por reforzar estas apuestas y seguir trabajando mano a mano con el profesorado getafense”. Este año se han duplicado las butacas para los institutos y se abre, por primera vez, una línea de programación infantil, convencidos de que la pasión por el misterio se aprende desde el aula.
Millennium cumple veinte años
Entre las efemérides que tiñen de nostalgia la edición, destaca el 20º aniversario de la trilogía “Millennium” de Stieg Larsson. La sombra del periodista Mikael Blomkvist y la hacker Lisbeth Salander planea sobre una programación que analiza las nuevas sendas del género: thriller sobrenatural, noir histórico, nazi crime, rural noir y el prometedor folk horror, esa mezcla inquietante entre lo ancestral y lo contemporáneo.
De Harffy a Teller: una Europa de papel y acero
La inauguración correrá a cargo del escritor británico Matthew Harffy, autor de la trilogía Tiempo de espadas, mientras que la danesa Janne Teller pondrá el broche final con la presentación de Justicia (Seix Barral).
El festival refuerza sus alianzas internacionales con las embajadas de Dinamarca, Suecia, Países Bajos, además del Institut Français, el Instituto Polaco de Cultura y el British Council, que garantizarán una mirada diversa y transfronteriza.
Entre las citas destacadas, el recuerdo al 80º aniversario de la liberación de Auschwitz, la presencia del escritor y guionista francés Olivier Norek (Los guerreros del invierno) y el encuentro con Pablo d’Ors y su “literatura de la luz”. Tampoco faltarán homenajes a los 30 años de Bevilacqua y Chamorro, los detectives de Lorenzo Silva, el centenario de “El gran Gatsby”, el 50º aniversario de la muerte de Pasolini, y los aniversarios cinematográficos de “Dogma 95” y “El club de los cinco”.
Los nombres del crimen
Getafe Negro reúne este año a una nómina de lujo: Clara Usón, Carlos Zanón, Susana Martín Gijón, Manu Marlasca, Luis Rendueles, Silvia Intxaurrondo, Carlos Augusto Casas, Susana Rodríguez Lezaun, Graziella Moreno, Concha Calleja, Marta Robles o Ulises Bértolo, entre muchos otros.
Además, el festival acogerá el acto “Matute Noir” en homenaje al centenario de Ana María Matute, con las voces de Ana Merino, Manuel Vilas y Noemí Trujillo, autora getafense de adopción.
Premios con nombre propio
El Premio José Luis Sampedro, instituido en 2009 para reconocer trayectorias que aúnen ética y creación literaria, recaerá este año en Luis Alberto de Cuenca, poeta, filólogo y traductor, que acaba de publicar Ala de cisne. El jurado ha destacado su “generosidad y capacidad para moverse entre géneros con talento y compromiso”.
Por su parte, el Premio Ciudad de Getafe reconocerá la novela La habitación de las niñas, de Pablo Escudero, una historia de violencia, denuncia y memoria que, según el jurado, “corona con fuerza los márgenes del sistema y da voz a los olvidados”.
Ambos galardones se entregarán el miércoles 22 de octubre, a las 12:30 horas, en el Espacio Mercado.
Una villa tomada por cuervos
“Los cuervos ya están inundando la villa de Getafe”, ha proclamado el concejal de Cultura, José Luis Domínguez, mientras la alcaldesa, Sara Hernández, reivindicaba el espíritu del festival como un motor cívico: “Getafe Negro nos sigue construyendo como sociedad”.
El comisario honorífico, Lorenzo Silva, recordó los inicios del certamen con emoción: “Fue una ciudad que decidió presentarse al mundo a través de la literatura. Y hoy, por ella, han pasado un montón de personas interesantes”.
Con cada edición, Getafe Negro confirma su naturaleza dual: fiesta y reflexión, oscuridad y esperanza. Un territorio donde los detectives, los poetas y los lectores se sientan a la misma mesa para compartir la vieja pasión de contar.
Este octubre, Madrid vuelve a mirar al sur… y el sur, como siempre, vuelve a escribir en negro.