Un claro ejemplo de ello son las deslocalizaciones, consistentes en llevarse la producción a miles de kilómetros de distancia, pero que resultan muy rentables en costes, para luego volver a vender al emplazamiento original, lo que cada vez atrae más críticas a la par que las empresas reconsideran su deslocalización y vuelven al lugar de origen en la producción.
En este sentido, la revalorización de materias primas y metales particularmente en el mundo occidental, después de años de abandono por falta de rentabilidad, y la apertura de nuevos mercados, ha supuesto para el viejo continente europeo una revitalización de sectores tradicionales como la agricultura y la minería, a la vez que nacen nuevos sectores como las energías limpias renovables y el turismo.
Extremadura es un claro ejemplo de nuevo destino para la inversión en industrias tradicionales, como la apertura y explotación de minas de metales que han incrementado su valor, la potenciación de la agricultura de gran consumo y la industria energética. La región cuenta con unas altas expectativas en lo que a industria extractiva se refiere, con el posicionamiento de grandes multinacionales en la búsqueda de recursos que explotar y exportar, un incremento de las commodities y una gran apuesta de valor por la generación de energía de tipo hídrico, solar o eólica.
Actualmente los mercados de cotización tratan de emplazarse en aquellos lugares donde se produzcan las materias primas cotizantes. No quiere decir que los grande parqués vayan a desplazarse de forma total a los lugares de producción, pues seguramente no cuenten con la fortaleza y capacidad en los territorios, pero sí es cierto que en el caso de bienes primarios y materias primas sí que existe una tendencia creciente a instalar lonjas, subastas y hasta mercados financieros asociados en el propio territorio; o en su caso, anclar la evolución y producción de ciertos activos de interés con los mercados de decisión. Un claro ejemplo de ello es el mercado financiero de empresas mineras en Chile que han logrado ser, junto a Canadá, un referente mundial en la cotización de metales como el cobre, oro, zinc y otras materias primas.
Es por ello que, actualmente, las plataformas de inversión y trading online que comercian con materias primas han optado por realizar un seguimiento directo y cercano de aquellos activos y valores que se cuenten entre su cotización, como los citados anteriormente, y sin que se tengan que desplazar hasta allí, reproducen información actualizada diariamente y sobre condicionamientos financieros. En el caso de Extremadura, estas plataformas y agencias de valores han optado, bien por crear sociedades aparte de inversión, generando un holding, o bien por entablar comunicación con operadores que ya siguen estos mercados con los que poder concertar y negociar valores.
Estas transacciones redundan en una mejora en la exportación y conocimiento, ya que por una parte dan a conocer el valor de su producción de forma global, también reducen riesgos como consecuencia de una menor exposición al entorno inmediato regional, y los precios dependen de la evolución de los mercados en todo el planeta, una tendencia que a la larga puede restringir notablemente la capacidad de decisión en la fijación de precios y llevar a una pérdida de soberanía sobre los costes.
Los mercados financieros son agentes en continuo movimiento, suelen ser muy ágiles en los cambios y son capaces de adaptarse con menor o mayor rapidez a los entornos en los que operan. Por ello existe una tendencia a la especialización y regionalización, de tal forma que se constituyen clústeres de influencia alrededor de una materia prima, y plataformas de inversión y de trading online, más flexibles, innovadoras y completas que las tradicionales webs y brókeres online, pudiendo invertir en CFDs, derivados y directamente sobre commodities, ahorrando costes y obteniendo una información más amplia de la que cabría considerar en grandes mercados financieros.
Extremadura se posiciona como un referente y objetivo de interés para inversores, en todo tipo de materias y recursos naturales, por lo mencionado anteriormente, quedando por ver si también es posible la instalación de centros de inversión y cotización en el propio entorno, como síntoma de una nueva economía de cercanía.