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mov1 1Tomaba un café en una cafetería el otro día, cuando a la mesa de al lado, llegan cuatro personas. Todas ellas se saludaron, se sentaron, sacaron sus teléfonos móviles y se pusieron a consultarlos. Una de las personas intentó entablar conversación, pero el resto le hicieron un gesto con la mano de que esperase. Tras quince minutos de espera, esta persona optó por coger también su teléfono y hacer lo mismo. Solo hablaron para dirigirse al camarero y pedir sus bebidas. Durante todo el tiempo que allí estuvieron, solo hacían comentarios inconexos acerca de aquello que veían en sus pantallas. Finalmente, a uno de ellos se le ocurrió plantear hacerse un “selfie” para enviarlo a los que no habían podido quedar.

A raíz de ello, me pregunto… ¿Cuántas veces vamos por la calle y vemos que la persona que viene de frente viene completamente imbuida en su teléfono móvil, en su ipod o en su dispositivo electrónico? ¿Cuántas veces has observado que la gente vive las situaciones pensando más en publicarlas en redes sociales, que en vivirlas de verdad? ¿Has estado, por ejemplo, en un concierto donde todos están tras sus móviles y retransmitiendo en directo para que veamos “lo bien que se lo pasa”? ¿Cuántas veces nos encontramos con alguien presente y, sin embargo, nuestra atención está ausente? ¿Cuántas veces sentimos que hemos pasado por las situaciones sin habernos enterado y dándonos cuenta… después… de lo “fantástico” que ha sido?

Muchas personas tienen la sensación de disfrutar de las cosas con efecto retroactivo. ¿Qué quiero decir? Pues, haber estado tan ausente de la situación que, solo después, cuando cuentas a otros, qué tal has vivido o has pasado algún acontecimiento, es cuando empiezas a ser consciente de que, realmente, pasaste por la situación, aunque la situación no pasó por ti. En esos momentos, nos invade el arrepentimiento, por no haber hecho, por no haber dicho, por no haber arriesgado…

Elisabeth Kubble Ross, psiquiatra y escritora suizo-estadounidense, fue una de las mayores expertas mundiales en temas relacionados con la muerte, con personas moribundas y con cuidados paliativos (si no has leído nada de ella, te invito a que lo hagas, es un consejillo 😉). Para mí, una mujer admirable y sabia. Ella acompañaba a enfermos terminales, y en sus conversaciones con ellos, decía que su mayor arrepentimiento era por aquello que no hicieron, a lo que no se atrevieron, de lo que no vivieron. Creo que fue, y sigue siendo, a través de sus escritos, maestra en el arte del vivir.

Seguramente, hemos leído cientos de veces eso de “Carpe diem” o “vivir el aquí y el ahora. Y digo leer, pues, llevarlo a la práctica, nos cuesta mucho. Vamos corriendo detrás de la vida, vamos ahogados y sin conciencia de lo que vivimos. Tenemos la sensación de estar viviendo un momento que no es el nuestro. En muchas ocasiones, nuestra vida discurre entre el vivir en el pasado, con preocupaciones y echando la vista atrás. O bien pensando en lo que va a ocurrir, en el futuro. Mientras tanto, se produce aquella mítica frase de John Lennon “La vida es aquello que ocurre mientras estás ocupado haciendo otros planes”.

Vivir sin ser conscientes, no es más que vivir en automático. Perdernos gran parte de la vida, estando en un lugar en el que no estamos presentes en ese momento.

Los últimos estudios sobre conciencia o atención plena, nos dicen que pasamos el 47% de nuestra vida sin ser conscientes de lo que vivimos. Así que si, tienes 40 años, es muy probable que hayas pasado cerca de 20 sin enterarte. Creo que es un dato para pensar y actuar en consecuencia. Vivimos como si el tiempo fuera eterno y fuésemos a estar aquí siempre. Nos perdemos los momentos realmente importantes. Cuando te veas “futureando”, respira y vuelve al momento presente.

Cada vivencia es un regalo, es una oportunidad de disfrutar, no la dejes pasar.

 

Comparto un texto de Tolle para tu reflexión y toma de conciencia.

Cuando te bañas, piensas en el desayuno.

Cuando desayunas, piensas en el trabajo

Cuando trabajas, piensas en la salida

Saliendo, piensas en llegar a casa.

Estando en casa, piensas en el día de mañana.

Hoy no has estado presente.

Hoy no has vivido el “ahora”

Te estás perdiendo la vida misma.

Eckhart Tolle

 

Solo tenemos una misión: Vivir el momento presente. ¡¡Disfrútalo!!

 

Macarena Muñoz Gómez

www.grupotalentia.com

Coach, Consultora y formadora 

Experta en Comunicación Interpersonal y gestión emocional

Socia Directora de TALENTIA.


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