Moraleja es durante do días mla sede del IV Foro Mundial de Innovación Rural, que cita a empresas, agentes sociales y económicos y administraciones del denominado territorio EUROACE, Extremadura, Alentejo y Centro de Portugal.
La presidenta de la Diputación de Cáceres, Charo Cordero, acompañada del alcalde de Moraleja, Julio César Herrerro, y del presidente de la Cámara portuguesa de Idanha-a-Nova, Armindo Moreira, ha inaugurado este encuentro en el que se busca el intercambio de experiencias empresariales de éxito en el mundo rural, y al que acuden, incluso, iniciativas de otros puntos del planeta, al margen del territorio EUROACE.
En este marco, se han fallado los premios de Innovación rural, destinados a dar visibilidad a empresas e instituciones, que destaquen por su excelencia e innovación en el territorio transfronterizo. En este caso, las premiadas han sido dos iniciativas extremeñas, como son el proyecto “Laneras”, de la cooperativa Actyva, que ha obtenido el Primer premio, y el proyecto “Extremerinas”, que ha merecido la Mención especial.
En su intervención, la presidenta de la Diputación ha instado a seguir trabajando firmemente en la cooperación internacional como instrumento clave para el desarrollo del mundo rural y para cambiar las tendencias demográficas de los pueblos. Precisamente, esta internacionalización es uno de los pilares de este Foro, organizado por la Institución provincial, el Ayuntamiento y la Cámara portuguesa, aunando el esfuerzo en torno a los territorios de La Raya, con características y problemas comunes, un foro que nació en 2015 y que se celebra anualmente, de forma alterna en un lado u otro de La Raya.
A lo largo de dos días, se están conociendo experiencias muy concretas que han tenido éxito en el mundo rural, enmarcándose en cuatro paneles temáticos: Bio-Regiones; Un cambio de paradigma. Afirmación como territorios indispensables; Mercados agroalimentarios y ecológicos de proximidad, y Aprovechamiento de bosques.
Los premiados

En este sentido, se apuntan beneficios medioambientales, teniendo en cuenta las propiedades de la lana como materia prima natural, biodegradable y renovable, además de promoviendo que la ganadería ovina sea más viable, así se “puede favorecer la preservación del entorno, la biodiversidad y la mejora de pastos, la regeneración de la dehesa extremeña, y el apoyo de razas autóctonas en peligro de extinción, como es el caso de la merina negra”.
“Extremerinas”. Este proyecto que ha ganado la Mención especial, nació en 2014 y está liderado por la diseñadora danesa Charlotte Houman, afincada en Extremadura, y Concha Salguero, coordinadora de proyectos en la Asociación Trashumancia y Naturaleza. A ellas se unió la Ganadería Cabello-Bravo de Siruela, y a partir de ahí se comenzó a trabajar en el diseño de mantas de sofá de alta calidad, tejidas con lana de ovejas merinas extremeñas blancas y negras.
La descripción del proyecto apunta a que “el pastoreo extensivo y sostenible ayuda a combatir el cambio climático”, siendo, por lo tanto, “una herramienta de tecnología punta ancestral y las ovejas trashumantes lanzaderas de biodiversidad”.







