En una rueda de prensa convocada de urgencia este mismo jueves por la Fiscalía General del Estado, Maza ha defendido que Moix no cometió «ninguna ilegalidad» y que la suya ha sido «una conducta regular», por lo que no contempla «motivos para su cese». Sin embargo, ha aclarado la insistencia de Moix en dejar el cargo ante la presión mediática y ha lamentado su imposibilidad para convencerle de continuar en el cargo.
Moix abandona el puesto tras haber permanecido sólo 87 días en el mismo. Su gestión ha estado marcada por la polémica y los enfrentamientos con otros fiscales por discrepancias en la investigación de algunos asuntos de corrupción como el ‘caso Lezo’.
En los últimos días el cerco en torno a Moix se había estrechado y él mismo reconocía ayer que no tenía «apego» al cargo, abriendo la puerta a la dimisión que ha presentado esta mañana. De la misma manera, el ya es ex fiscal Anticorrupción había perdido en las últimas 24 horas los apoyos dentro del Gobierno.
Significativo fue el silencio al respecto del presidente, Mariano Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sánez de Santamaría, y la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. Por su parte, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, evitó mostrar un apoyo expreso a Moix y dejó en manos de Maza la decisión sobre el futuro del fiscal.
