Las brigadas de refuerzo de incendios forestales (BRIF) participarán en labores preventivas durante el invierno

Medio millar de efectivos trabajan en la extinción del incendio de Jarilla mientras se refuerza la profesionalización de las brigadas forestales

Juan Preciado para Digital Extremadura, Jarilla, 20 de agosto de 2025.-  El incendio forestal que desde hace días devora los parajes de Jarilla sigue concentrando todos los esfuerzos técnicos y humanos en Extremadura. Este miércoles, cerca de 500 efectivos participan en las labores de extinción de un fuego que ya ha arrasado 15.464 hectáreas, convirtiéndose en uno de los más graves de la última década en la región.

El Plan de Lucha contra Incendios Forestales de Extremadura (Infoex) coordina la operación, en la que actúan 24 unidades de bomberos forestales, 26 medios aéreos y siete equipos de maquinaria pesada, además de agentes medioambientales, técnicos y efectivos de la UME, la Diputación de Cáceres, la Guardia Civil, Protección Civil, Cruz Roja y el 112. Al dispositivo se han sumado brigadas procedentes de seis comunidades autónomas, así como de Eslovaquia y Alemania, en un ejemplo de cooperación internacional ante emergencias ambientales.

Refuerzo en las BRIF y nuevo convenio laboral

En paralelo al operativo, el Gobierno ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la actualización del convenio colectivo de la Empresa de Transformación Agraria (Tragsa), que regula las condiciones de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF). La modificación establece una mejora salarial, tanto en el sueldo base como en las horas extraordinarias, y garantiza la permanencia de los técnicos durante todo el año para labores de prevención, no solo en la campaña de verano.

Entre las novedades, se detalla la regulación de jornadas, turnos, descansos y disponibilidad, además de la participación en otras emergencias como vendavales, nevadas, inundaciones o búsquedas de desaparecidos.

La ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha valorado el acuerdo porque implica “pasar de ser considerados peones forestales a ser bomberos forestales”, con carácter fijo los 365 días del año.

“Esto permite su profesionalización, algo tan esencial ante los incendios que estamos viviendo, al tiempo que mejora su formación, la seguridad en la extinción y las condiciones de trabajo en las bases”, subrayó la ministra en una entrevista en RNE.

Condiciones dignas, más allá de la emergencia

Aagesen ha insistido en que no deben existir bomberos de primera y de segunda y que este es un momento clave para garantizar la dignificación de un colectivo esencial. “Los incendios no se combaten solo cuando ocurren, sino con prevención y preparación durante todo el año”, recordó.

Mientras tanto, en Jarilla, los equipos luchan contra un frente que continúa activo y que, condicionado por la meteorología, sigue poniendo a prueba la resistencia de los profesionales y el compromiso de un territorio acostumbrado a pelear contra el fuego cada verano.

LUPA DEx

La emergencia de Jarilla no es solo una batalla contra las llamas, sino contra un patrón meteorológico cada vez más hostil. El calor extremo, las rachas de viento y la sequía prolongada son ingredientes de una receta que se repite verano tras verano. La profesionalización de las brigadas forestales es una buena noticia, pero insuficiente si no se acompaña de una estrategia climática de mayor calado: prevención real, gestión del territorio y un compromiso sostenido con la salud de nuestros bosques.
Porque, en definitiva, la pregunta incómoda sigue siendo la misma: ¿estamos preparados para un futuro en el que el fuego, alimentado por la meteorología, dejará de ser la excepción para convertirse en norma?