joya guadalupe

México devuelve al Monasterio de Guadalupe el exvoto perdido de Hernán Cortés

R. DEx, Guadalupe , 5 de mayo de 2025. El Monasterio de Guadalupe ha recibido una joya-relicario de incalculable valor simbólico y espiritual, ofrendada originalmente por el conquistador Hernán Cortés en el siglo XVI y desaparecida durante más de un siglo. La pieza ha sido entregada por la Asociación Cultural Frente de Afirmación Hispanista de México, cerrando así un círculo histórico entre Extremadura y América.

La joya, una representación de un escorpión tallado en oro con 43 piedras preciosas mexicanas incrustadas, contiene en su interior el cuerpo del escorpión que casi le costó la vida a Cortés en tierras mexicanas. Según los documentos recuperados por investigadores y catedráticos mexicanos, tras sobrevivir milagrosamente a la picadura, el conquistador extremeño prometió a la Virgen de Guadalupe su gratitud eterna, materializada en este exvoto que cruzó el Atlántico y fue depositado a los pies de la Patrona en el Real Monasterio de Guadalupe.

Durante siglos, la reliquia fue custodiada por los monjes hasta que desapareció en tiempos de la desamortización de Mendizábal, a mediados del siglo XIX. De ella no quedaron más que ecos en documentos olvidados… hasta ahora.

Gracias a una exhaustiva investigación histórica impulsada por la asociación hispanista mexicana, y bajo la dirección de su presidente, Fredo Arias de la Canal, se logró reconstruir la historia del exvoto. Con fidelidad artesanal y devoción, un grupo de orfebres mexicanos creó una réplica exacta que este domingo, en una ceremonia cargada de emoción y simbolismo, fue entregada al custodio del monasterio, Fray Guillermo Cerrato.

La joya-reliquia ha vuelto así al lugar donde la devoción se convirtió en historia, en un gesto que no solo honra la memoria de Cortés, sino que restaura un lazo espiritual entre México y Extremadura, tejido por la fe y el tiempo. La asociación promotora del acto asegura que este gesto «restaura un capítulo olvidado para la perpetuidad» y abre la puerta a nuevas iniciativas culturales y religiosas entre ambos territorios.

“Hoy no solo recibimos una joya, sino también un legado”, declaró Fray Guillermo. “Este acto es un puente de fe entre dos pueblos que comparten una historia común marcada por la devoción a la Virgen de Guadalupe”.

La joya será expuesta próximamente en una capilla lateral del monasterio, como testimonio visible de aquel milagro y de la unión eterna entre la Virgen, la Historia y los dos lados del océano.