La alternativa es la carretera antigua, con más de 30
años y cuatro metros de ancho, lo que impide el cruce
de vehículos
“Desde 2011, la única actuación ha sido transferir la
titularidad al Gobierno de España”, señala José Antonio
Monago.
“El pasado 14 de diciembre, hace más de dos meses,
la borrasca Efraín dejó sus efectos en Extremadura en forma de numerosos
cortes de carretera debido a las intensas lluvias, aunque cierto es que con o
sin Efraín las comunicaciones en Extremadura son un problema”, ha
comenzado José Antonio Monago durante la moción en la que solicita reabrir
la N-523 a la mayor brevedad posible. La borrasca Efraín se saldó con
“numerosos daños en la región, pero el principal fue cortar la carretera que
une las dos capitales de provincia de Extremadura, la N-523”.
Desde el 14 de diciembre “el corte es total, y no es hasta el 20 de enero, un
mes después, cuando se anuncia la circulación por un vial alternativo”, ha
denunciado. “Una vía alternativa por la que sólo pueden circular vehículos
ligeros porque se han instalado cámaras para impedir que circulen los
vehículos pesados”, ha rematado Monago.
La alternativa es “la carretera antigua, con más de 30 años y cuatro metros de
ancho -lo que impide el cruce de dos vehículos- con unos semáforos que
regulan el trasiego de ir y venir y una velocidad máxima de 30 kilómetros por
hora”, ha aseverado el senador.
El Delegado del Gobierno, cuando inauguró el sistema semafórico, señaló en
declaraciones a la prensa que “ahorrará 25 kilómetros del trayecto”, respecto
a la solución que había hasta ese momento. “Estábamos de enhorabuena
todos los extremeños, se habían invertido 160.000 euros en un desvío, unos
semáforos y cámaras para multar”, ha resaltado el senador pacense.