Este pasado jueves, 16 de noviembre, la ciudad de Cáceres y por extensión, dada su figura, Extremadura, ha perdido a uno de sus ciudadanos más distinguidos. Su muerte marca la pérdida de una figura clave en el campo de la ingeniería y la conservación de la naturaleza en la región, además de sus acciones sociales y participación intensa en la vida extremeña durante muchos años.
personaje de una larga biografía universitaria, profesional y política, Hernández era un referente en el mundo de la naturaleza, no obstante presidió ADENEX, colectivo para la defensa y el medio ambiente de Extremadura, y el patronato del Parque Nacional de Monfragüe.. Asimismo presidió el Consejo Económico y Social de la región y fue un alto cargo directivo de RENFE, además de ser un destacado profesor universitario.
Uno de los logros más notables de Hernández fue su trabajo en el Parque Nacional de Monfragüe. Como naturalista, dedicó gran parte de su vida a la conservación de este parque, uno de los espacios naturales más importantes de España.
A lo largo de su vida, Hernández se caracterizó por su humildad, sencillez y amor por la naturaleza, entre otros considerandos, que han hecho que su legado perdure en las muchas obras escritas, artículos publicados, colaboraciones en radio y televisión, de alto alcance y en su acciones sociales como persona, siendo un ejemplo de sencillez, bonhomía y cercanía, ya que además de su formación y experiencia gozaba de una gran capacidad dialéctica y de comunicación.
Hoy, recordamos a Santiago Hernández no sólo como un ingeniero y naturalista excepcional, sino también como un ciudadano ejemplar que dedicó su vida a mejorar el mundo a su alrededor. Su pérdida se siente profundamente, pero su legado continuará inspirando a futuras generaciones.
