El verano cobra su primera víctima mortal
La primera víctima del calor extremo en Extremadura ya tiene nombre, aunque no lo conozcamos: un hombre de 67 años, vecino del Área de Salud de Plasencia, ha fallecido en las últimas horas por causas directamente asociadas a las altas temperaturas. El Servicio Extremeño de Salud lanza un mensaje claro y contundente: el calor no avisa, pero mata.
R. DEx, Plasencia, 2 de julio de 2025.- La muerte de este ciudadano de 67 años ha activado todas las alarmas sanitarias. Aunque el parte médico no detalla públicamente las circunstancias personales del fallecido, desde el Servicio Extremeño de Salud (SES) se ha confirmado que el deceso guarda relación directa con la exposición prolongada a temperaturas excesivas.
Los efectos del calor en el cuerpo: una bomba interna
Según advierte el SES, el cuerpo humano no está diseñado para tolerar de forma prolongada temperaturas extremas. La pérdida de agua y electrolitos puede alterar el funcionamiento básico del organismo. Desde síntomas leves como calambres y mareos hasta situaciones críticas como insolaciones o golpes de calor, la exposición continuada puede derivar en consecuencias fatales: daño multiorgánico, convulsiones, pérdida de conciencia… o la muerte.
Las franjas de edad más vulnerables son los mayores de 65 años, los menores de 4 años, embarazadas y personas con enfermedades crónicas o en tratamientos farmacológicos que dificulten la termorregulación natural del cuerpo.
Recomendaciones del SES para evitar nuevas tragedias
Desde el Servicio Extremeño de Salud se insiste en seguir unas pautas básicas pero eficaces para evitar riesgos durante los episodios de calor:
- Evitar salir a la calle en las horas centrales del día.
- Beber líquidos de forma regular, sin esperar a tener sed.
- Tomar agua y zumos refrigerados.
- Evitar comidas copiosas.
- No abusar del alcohol.
- Prestar especial atención a mayores, menores y personas con movilidad reducida o enfermedades crónicas.
El SES hace un llamamiento también a la responsabilidad comunitaria: cuidar del vecino mayor que vive solo, estar pendientes de quienes tienen dificultades para valerse por sí mismos, y actuar con rapidez ante cualquier signo de golpe de calor.