El ojo seco es una patología ocular del film lagrimal causada por una disminución de la producción de lágrima o, por un exceso de evaporación de la misma.
La sequedad ocular influye enormemente en la vida cotidiana, produciendo una sensación de cansancio ocular y abatimiento.
Esta enfermedad afecta al 30% de la población y requiere un diagnóstico y tratamiento personalizado.
El 86% del ojo seco se produce por la evaporación de la lágrima
La evaporación se produce como consecuencia de una obstrucción o un mal funcionamiento de las glándulas de meibomio, situadas en los párpados y cuya función es producir el estrato lipídico de la lágrima. Cuando este estrato es insuficiente o ausente provoca una evaporación lagrimal hasta 16 veces superior a los valores normales.
¿Cómo puedo identificarlo?
El ojo seco presenta varios síntomas, entre ellos:
- Sensación de cuerpo extraño en el ojo
- Picor
- Irritación ocular
- Enrojecimiento
- Visión borrosa
- Factores de riesgo
- Conjuntivitis alérgica
- Menopausia
- Desequilibrio hormonal
- Uso frecuente de lentillas
- Blefaritis crónica
- Uso prolongado de dispositivos electrónicos como tabletas, móviles, ordenador, televisión, etc.
- Fármacos sistémicos
- Uso excesivo de aire acondicionado o calefacción
En cuanto al tratamiento, existen diversas alternativas desde: el uso de lágrimas artificiales (colirios), hasta tratamientos terapéuticos de última generación como la denominada IPL (luz pulsada/luz modulada) con resultados muy satisfactorios.
