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Pillado e investigado a 183 kilómetros por hora: la temeridad que hiela la EX-A1

El conductor de un furgón es investigado por circular al doble de la velocidad permitida en Malpartida de Plasencia. Se enfrenta a penas de prisión, multa y la retirada del carné hasta cuatro años

Extremadura | Redacción DEx, 24 de octubre de 2025.- 

Ni de madrugada ni en una recta infinita del desierto: ocurrió en la EX-A1, a su paso por Malpartida de Plasencia, una vía con límite de 90 kilómetros por hora donde un furgón fue sorprendido lanzado a 183 km/h, como si la carretera fuera una pista de despegue y el sentido común un estorbo.

El radar móvil de una patrulla de Tráfico de Navalmoral de la Mata captó el fogonazo del vehículo y, tras su interceptación, los agentes comprobaron que no se trataba de un error. El conductor, plenamente identificado, quedó investigado por un delito contra la seguridad vial, ya que el artículo 379.1 del Código Penal considera delictiva cualquier conducción que supere en más de 80 km/h el límite permitido en una vía interurbana.

El caso está ahora en manos del Juzgado de Guardia de Plasencia, mientras el Equipo de Investigación de Siniestros Viales (EIS) del Subsector de Cáceres instruye las diligencias. El investigado podría enfrentarse a penas de prisión de tres a seis meses, multas de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad, además de la retirada del carné de conducir durante un periodo de uno a cuatro años.

La Guardia Civil recuerda que los excesos de velocidad siguen siendo una de las principales causas de siniestralidad, una amenaza constante que se repite en los tramos donde las normas parecen opcionales y la prudencia, una rareza.

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Cada radar que salta no solo mide kilómetros por hora: mide también la distancia entre la vida y la tragedia. La velocidad es el atajo preferido de la imprudencia, y Extremadura no es ajena a esa fiebre de correr sin mirar atrás. No se trata de demonizar el volante, sino de recordar que bajo el pedal derecho late, a veces, la irresponsabilidad más letal. Porque en la carretera, a 183 por hora, no hay excusas: solo suerte, y la suerte no dura siempre.