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Podemos impide por segunda vez que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno de España

CADA DÍAESPAÑA
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Tres días de negociaciones continuas no han servido para nada. Los equipos de PSOE y Unidas Podemos han estado en contacto tanto físicamente como por teléfono en los cuales ha habido ofrecimiento de propuestas y ministerios, fundamentalmente. Pero al final, donde realmente se tenía que dilucidar que el candidato Sánchez fuera investido como presidente del Gobierno de España, tanta reunión no ha servido,  habiendo tenido en vilo no solo a la clase políticia sino lo que es más serio y más grave, a la ciudadanía.
Dos veces, dos. En dos ocasiones, dos. Pablo Iglesias le ha negado la mayor a Pedro Sánchez, y con la abstención de su grupo político ha impedido que el deseo socialista se hay visto truncado. Es sintomático que históricamente las izquierdas en España no se pongan de acuerdo ni siquiera para lo fundamental, lo importante, como es dirigir lso destinos de un país, nada menos que una de las catorce potencias mundiales y donde curiosamente, a pesar de la actual crisis política parece ser que en Economía se va bien y el paro sigue bajando, según la última encuesta de la EPA.
De nada ha valido que durante tres días, tres, se haya tenido entretenida y en vilo a la opinión pública y los equipos de ambas formaciknes se hayan quebrado la cabeza para llegar a un acuerdo de gobierno. ¿Realmente querían o estaban pensando más en septiembre, cuya fecha límite es el día 24, que en este jueves, 25 de julio ?

El resultado de la votación ha sido claro: 124 votos afirmativos, 155 en contra y 67 abstenciones. El desacuerdo sobre el reparto de cargos en un hipotético Gobierno de coalición ha provocado un durísimo intercambio de reproches entre Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, lo que unido a la extrema tensión de las últimas horas con una negociación a la desesperada deja heridas. Tras el nuevo fracaso, parece imposible imaginar a Sánchez e Iglesias en un mismo Consejo de Ministros. Huele a elecciones, aunque habrá que esperar a septiembre para despejar la incógnita.

sanchez 984 8El motivo desacuerdo sobre el reparto de carteras ministeriales ha sido el detonante de esta investidura fallida y así se lo ha dicho Sánchez a su teórico socio preferente: “Su único problema han sido los ministerios”. Y eso es justo lo que ha trascendido de una negociación que se ha vivido prácticamente en directo en la Cámara y a través del móvil entre una sesión plenaria y otra. El miércoles todo saltó por los aires y el jueves Podemos ha hecho una contraoferta que apenas alteraba sus anteriores exigencias la mantener la pretensión de adjudicarse la cartera de Trabajo. El acuerdo no ha sido posible e Iglesias ha vuelto a la carga desde la tribuna del Congreso con otra rebaja de sus peticiones que tampoco ha servido de nada por su inconsistencia cuando ya no había tiempo material para negociar. El líder de Podemos ha lanzado la idea de renunciar a Trabajo a cambio de las políticas activas de Empleo, que están transferidas a las Comunidades Autónomas.

En cualquier caso, tras escuchar al líder del PSOE ha calado la impresión de que estamos ya en precampaña electoral y que, además de las derechas, Iglesias es un adversario hostil, con el que va a ser difícil pactar una futura colaboración. Así se desprende del áspero reproche que Sánchez le ha lanzado a un Pablo Iglesias enfurruñado, que ha respondido a cada afirmación del candidato negando con la cabeza: “Existen grandes coincidencias en el programa social, feminista, energético y de igualdad con Podemos. Nunca hubo problemas de programa que impidieran el acuerdo. El problema nunca fue ese. ¿Cuál es entonces el problema? Lo dijo Iglesias en esta misma tribuna al afirmar que no se iba a dejar humillar: los ministerios”.

Sánchez ha hecho especial hincapié en desmontar la tesis de la humillación a la que afirman haber sido sometidos los dirigentes de Podemos por no haber visto satisfechas automáticamente sus exigencias. Iglesias se refirió el lunes a cargos “decorativos” como parte de la propuesta socialista y lamentó un trato poco respetuoso por parte de sus negociadores. El candidato lo ha rebatido con contundencia: “Puede que no fuera lo que usted quería, pero le hemos ofrecido una propuesta respetuosa, correcta y sensata. Una oferta más que razonable teniendo en cuenta que en su formación no hay experiencia alguna de gestión a nivel nacional”. Dicho esto, Sánchez ha querido dejar claro que aspira a presidir el Gobierno de España “pero no a cualquier precio ni con cualquier equipo. No se puede poner la Hacienda Pública en manos de alguien que no ha gestionado jamás un presupuesto”. Hacienda ha sido una de las carteras que pretendía adjudicarse Podemos, aunque se ha caído de la última contraoferta que han hecho los morados este mismo jueves.

“¿Va a volver hacerlo, señor Iglesias?”, ha preguntado Sánchez aludiendo así a la primera vez que Podemos tumbó su investidura en 2016 y abrió la puerta al Gobierno del PP. Y ha añadido: “Si tengo que ser presidente renunciando a mis principios, usted tiene razón: no seré presidente, ahora”. El candidato ha subrayado esa última palabra, en respuesta a lo que Iglesias le dijo el lunes también desde la tribuna, que si no era investido en esta votación y provocaba una nueva convocatoria electoral no sería presidente “nunca”. El líder del PSOE ha terminado de esta manera: “España unida superará esta crisis. Pase lo que pase en el día de hoy España puede contar con el Partido Socialista para unir a la sociedad y no para enfrentarla”.

Oferta a la desesperada tras una contraoferta ‘más de lo mismo’

Los líderes del PP y Cs no han hecho sino arremeter contra Pedro Sánchez y sus potenciales aliados, tanto los nacionalistas como Podemos. Pero la sorpresa ha llegado con la réplica de Pablo Iglesias. El líder de Podemos ha vuelto a quejarse de haber sido vapuleado por el PSOE, hasta el punto de denunciar la filtración del documento que su partido entregó el sábado para la negociación y que dio a conocer el miércoles el PSOE. Él ha atribuido esa filtración a la vicepresidenta, a quien ha acusado de “editar” el escrito cambiando la palabra ‘propuestas’ por ‘exigencias’. “No nos lo podíamos creer”, ha exclamado Iglesias y ha lanzado lo que ya nadie esperaba, una nueva propuesta para el acuerdo: “Renunciamos al Ministerio de Trabajo si ustedes nos dan las políticas activas de empleo”.

Esas políticas de empleo a las que se ha referido Iglesias son las que tienen como objetivo ayudar a encontrar empleo a los parados y formar a aquellos que ya tienen trabajo. En gran medida están transferidas a las Comunidades Autónomas. Por cierto que el líder de Podemos le ha detallado a Sánchez que hacía esta propuesta tras la sugerencia de un dirigente socialista “de mucho peso en su partido”, que se la ha enviado al móvil.

Tras unos minutos en los que se ha visto a los diputados del partido morado enfrascados en enviar mensajes con sus móviles, lo que ha llevado a pensar que quizá se estuviera desarrollando algún intento de aproximación por esa vía, se ha podido comprobar que la propuesta no ha merecido ni un somero análisis por parte de los destinatarios. “¿Quiere usted dirigir el Ministerio de Trabajo sin conocer sus competencias?”, le ha espetado a Iglesias la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, tras recordarle que las competencias en políticas activas de Empleo están transferidas a las autonomías.

La propuesta de Iglesias se ha producido en vivo y en directo después de que, a media mañana, Podemos lanzara la contraoferta con la que ha tratado de volver a la mesa de negociación después de que el miércoles todo saltara por los aires. La contraoferta suponía, básicamente, la renuncia al Ministerio de Hacienda que Podemos había reclamado en su primera propuesta para la negociación, así como al de Vivienda, que nunca le entusiasmó. A partir de ahí, lo que pedía la formación de Pablo Iglesias es la vicepresidencia ‘social’ y los ministerios de Sanidad, Ciencia y, esto es importante, Trabajo. El PSOE ha considerado que se trataba de “más de lo mismo” y ha rechazado alterar su última propuesta del miércoles, lo que ha llevado al partido morado a decidir abstenerse en la votación decisiva para investir a Pedro Sánchez.

Trabajo, el gran escollo tras caerse Hacienda del pliego de peticiones

El partido de Iglesias ha llamado a su documento: “Propuesta para desbloquear la situación y construir un Gobierno de Coalición”. El documento se puede consultar en este PDF. La formación asegura que tiene “la voluntad de desbloquear la actual situación y construir un Gobierno de coalición progresista que aborde los grandes retos” de España. El PSOE, por su parte, se ha remitido a lo que  dijo en la tarde del miércoles, que su última palabra era la oferta de una vicepresidencia y tres ministerios que no coincidían con los solicitados por el partido morado: Vivienda, Sanidad e Igualdad. La Ejecutiva socialista se ha reunido por la mañana bajo la presidencia de Sánchez que, en su informe a la dirección sobre el descarrilamiento de la negociación, ha culpado a Iglesias de torpedearla.

Para el PSOE, ha sido un gran escollo la cartera de Trabajo que los de Iglesias querían gestionar para subir el salario mínimo a 1.200 euros al mes y para derogar la reforma laboral en bloque y no solo sus aspectos más lesivos, que es lo que figura en el compromiso adquirido por Sánchez en su discurso de investidura inicial, en el que también dijo que si es elegido presidente impulsará un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Eso es lo que el Sánchez ha considerado inaceptable: que le pretendieran imponer políticas antes de sentarse en el Consejo de Ministros y de que esas iniciativas se sometan al debate de todo el gabinete y a la aprobación del propio presidente. Y eso es lo que ha llevado al PSOE a denunciar que se quiera conformar dos gobiernos, un ‘cogobierno’, dentro del futuro Ejecutivo. Fuentes socialistas han insistido, por otra parte, en que “no hay carteras de primera ni de segunda. Todas contribuyen a mejorar la vida de los ciudadanos y forman parte del Consejo de Ministros de España”.

Paralelamente, cada una de las partes se ha embarcado, antes incluso de llegar a la votación, en una gira mediática para imponer su propio relato del fracaso sobre el de la parte contraria. La vicepresidenta Carmen Calvo, que ha liderado el equipo negociador del PSOE, ha acusado a Podemos de querer quedarse con el Ejecutivo. “Nos han pedido literalmente el Gobierno” ha llegado a decir y Podemos Madrid ha reaccionado acusándola de mentir en un tuit que inmediatamente después ha borrado.

El secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique, ha que liderado la negociación en representación de ese partido, ha defendido en la SER que no tienen que preguntarse cómo recibirá su electorado su posición porque ya preguntaron a las bases en una consulta cuál debía ser su posición de voto. Y ha advertido de que la respuesta es clara si el PSOE quiere acaparar todo el poder o dejarle a la coalición morada “un espacio pequeñito y decorativo” en el Gobierno. “Nosotros ya preguntamos a nuestras bases lo que teníamos que hacer. No estamos opinando lo que piensa la gente en base a nuestro olfato”, ha dicho Echenique en referencia a la consulta en la que un 70 % de los participantes apostó por oponerse a la investidura si no se lograba un gobierno de coalición sin vetos.

Poco después de estas declaraciones, Echenique ha reiterado en TVE que pese a no tener muchas esperanzas, “queda esta mañana” para que el PSOE acepte que Unidas Podemos no tenga “un papel decorativo” en el Gobierno, sino “modesto” y “real”. “No hemos pedido la luna en ningún momento. Siempre hemos hecho un planteamiento razonable y ojalá puedan aceptar que no tengamos un papel decorativo”, ha añadido.

Readcción DEX/Republica.com


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