Las carreteras de Extremadura se han convertido en el escenario de una protesta masiva de agricultores. Centenares de tractores han tomado las vías, especialmente la N-430 entre Santa Amalia y Valdivia, en un intento de llamar la atención sobre la difícil situación que atraviesa el sector agrícola.
Las manifestaciones, que han provocado cortes totales o parciales en numerosas carreteras, han causado retenciones significativas. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), se han producido cortes en la N-432 en Torre de Miguel Sesmero, la A-5 en Mérida, la A-66 en Almendralejo y la N-5 en Millanes, entre otros.
La Junta de Extremadura ha expresado su apoyo “decidido e incondicional” a los agricultores, afirmando que entiende “perfectamente” sus reivindicaciones. Según la Junta, las políticas ambientalistas de la Unión Europea, “amparadas y ampliadas” por el Gobierno de Pedro Sánchez, han llevado al sector a la “asfixia”.
La Política Agrícola Común (PAC) y el Descontento en el Campo
La nueva Política Agrícola Común (PAC) ha sido señalada como “la gota que ha colmado el vaso”. Según los agricultores y ganaderos, el coste ambiental y climático de la PAC se ha cargado injustamente sobre sus hombros. La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán, ha defendido que el “primer objetivo” debe ser mantener la rentabilidad de las explotaciones y la renta agraria.
Morán ha criticado que la nueva PAC no se ha negociado realmente con las comunidades autónomas, sino que “la ha decidido en solitario el ministro”. Muchas regiones se negaron a apoyarla y ahora se observan “las consecuencias de no analizar el impacto de esas políticas verdes sobre la realidad” de la agricultura y ganadería. Por lo tanto, es preciso “dar marcha atrás a todos esos quebrantos económicos”.
Apoyo Político a las Protestas
Todos los grupos parlamentarios han apoyado las movilizaciones que este martes protagoniza el campo extremeño, aunque con diferencias. Unidas ha instado a no relajar las medidas medioambientales y el PSOE ha pedido a la Junta que ejerza sus competencias, mientras que PP ha puesto el foco en el Gobierno central y Vox ha cargado contra la “nefasta” Agenda 2030.
El diputado popular José Ángel Sánchez Juliá ha compartido las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos porque “el campo extremeño está cansado y asfixiado ante las políticas verdes del Gobierno central”. Por su parte, la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Vega, ha expresado su “absoluto respeto” y apoyo a las movilizaciones del campo para reivindicar la “modernización” del sector.
Vox ha expresado también su apoyo “total y absoluto” a las movilizaciones, a las que a su juicio pronto se unirán todas las organizaciones agrarias “salvo las que están vinculadas al PSOE”. La portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, también ha apoyado que los agricultores extremeños extienden sus protestas, pero se ha mostrado en contra de la relajación de las normativas medioambientales o en materia de salud.
Es evidente la creciente frustración en el sector agrícola. Los agricultores extremeños están pidiendo cambios y mejoras en las políticas que afectan a su trabajo y a su vida. Con su acción de hoy, han enviado un mensaje claro: es hora de que se escuchen sus voces.
Estas protestas y el apoyo político que han recibido subrayan la importancia del sector agrícola en Extremadura y la necesidad de abordar sus preocupaciones de manera efectiva. El futuro del campo extremeño depende de ello.