raul se asoma al descenso

Raúl se asoma al descenso

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Real Madrid El filial blanco encadena tres derrotas consecutivas

Raúl, en el Di Stéfano.
Raúl, en el Di Stéfano. Guille MartínezMARCA

Si lo de Raúl González Blanco en el Castilla es un máster para acceder a los banquillos de primer nivel, la asignatura que afronta este mes es de las más duras: gestión de crisis. El filial blanco encadena tres derrotas consecutivas, cuatro partidos sin ganar y se encuentra sólo dos puntos por encima del descenso tras doce jornadas disputadas. Y las próximas fechas no son especialmente propicias para volver a sumar.

El Real Madrid Castilla visita el domingo al líder, el Atlético Baleares, que suma 31 puntos de 36 posibles y ha ganado todos sus partidos en casa. Un partido complicado para los canteranos blancos, que después recibirán en el Di Stéfano al Oviedo B, que tiene un punto más que el filial madridista antes de afrontar otro duelo complicado fuera de su guarida, el derbi ante el Atlético B del último fin de semana de noviembre. Los rojiblancos marchan segundos y son el equipo más goleador del grupo I de Segunda B.

Dos salidas casi consecutivas de máxima dificultad para un Castilla que es el único equipo del grupo que no sabe lo que es ganar fuera de casa. En seis encuentros a domicilio, el bagaje es de cuatro empates y dos derrotas. Y el horizonte más cercano, el riesgo real de caer a la zona de descenso a Tercera, un futuro que ni se quiere imaginar en Valdebebas. Si a los canteranos ya les cuesta dar el salto de dos categorías, el ascenso de Tercera al primer equipo sería inimaginable.

Raúl tiene que sacar ahora todos sus conocimientos, los que acumuló durante su etapa de futbolista y los adquiridos tanto en los cursos de entrenador como en sus experiencias previas en la cantera blanca. Es la primera gran prueba de fuego para un técnico que aspira un día a sentarse en el banquillo local del Santiago Bernabéu.

Acaba de recuperar a César Gelabert, uno de los llamados a encabezar este proyecto, y que puede darle al Castilla un salto de calidad que necesita con urgencia. De su encaje en el once y la capacidad de Raúl para motivar y hacer crecer a unos jugadores que, en su mayoría, tienen su primera experiencia fuera de las categorías juveniles, dependerá el éxito futuro de un filial que, hoy por hoy, se encuentra más cerca de la pelea por la permanencia que de soñar con el ascenso.


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