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Salustiano Feria fue uno de los primeros matrones hombres, lleva más de 30 años trabajando en Puebla de Sancho Pérez

VECINOSBADAJOZ
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  1. ¿Cuál ha sido tu experiencia?

«Toda mi vida profesional he trabajado en Puebla de Sancho Pérez, desde el año 85 que llegué, mi primera misión fue como matrón, nos ficharon a más de 30 enfermeros para ocupar plazas de matrón y ver que había que hacer en los pueblos. Estuve hasta el año 89 que se abrieron los centros de salud, y empecé  como enfermero.»

  1. ¿Fue difícil que un entorno rural se acostumbrara a un matrón hombre cuando tradicionalmente eran mujeres?

«Hubo mucha gente que lo planteó, mi planteamiento fue hacer una consulta para seguir los embarazos y postpartos, pero  también daba clases de preparación para el parto. En principio lo hicimos así, luego la gente desconectó, seguía viviendo a consulta y ahí hacíamos todo. Daba mucho la lata a mujeres para que se supieran el parto como un examen, porque si sabes lo que pasa estarás más relajada.

La gente nos aceptó primero venían escalonadas y luego al conocerme venían más. Nos comparaban con el médico obstetra que estaba aquí y yo era el matrón joven, con 25 años eso le dio confianza.»

  1. ¿Eso te llevó a tener un trato más especial con los niños?

«Cuando llegamos aquí teníamos que informar cada dos meses para que supieran que se hacía, yo hablé con mi compañero, para asumir el seguimiento de los niños, asumí vacunas también. Todo lo referente a niño lo hacía yo».

 

  1. ¿Qué es lo mejor y peor de tu trabajo?

«Lo mejor es ayudar a la gente, lo peor lo contrario, hacer todo lo posible y que al final se vaya. Tratar a pacientes con heridas tremendísimas, tratar a la gente mayor, y ayudar a la gente en tratamiento es muy satisfactorio».

 

  1. ¿Qué demanda la enfermería en zonas rurales?

«La enfermería  debe atender a la promoción, mantenimiento y  recuperación salud, pero a nivel rural, haces un seguimiento de vida, no es como en un Hospital, aquí conoces a la gente, a su entorno, también damos trato psicológico, nos piden opinión. A nivel rural son siempre cupos más reducidos y te puedes dedicar más, no sólo salud física sino también familiar y social.»

  1. Tus pacientes te quieren, cómo lo sientes

«Lo noto y me llega el cariño, tuve circunstancias familiares traumáticas y toda la gente preocupada, cómo anécdota, cuando a mi hija le atacó el perro hace 18 años, hubo un matrimonio que cada vez que me veía me preguntaba, así durante años. La gente se preocupa e interesa.

Esto genera responsabilidad porque están muy pendientes de tu trabajo, hay una confianza plena y si no lo puedo hacer pienso que fallo.

  1. Las niñas de antes ahora te traen a sus hijos, ¿cómo se siente?

«Ahora me traen a sus hijos e hijas, he visto a gente nacer y ahora vienen con sus hijos, es muy satisfactorio. Y esto es porque estando en un pueblo todo es distinto, tienes una relación de vida, conoces su ambiente, estás en contacto con esa persona de forma continua. Te afecta, hay que gestionar emociones, no son familias pero llevan conmigo desde hace mucho.»

  1. ¿La experiencia os hace diferente?

«Con 30 años de experiencia te ayuda a formar un poco de coraza, pero si se me muere alguien que ha estado conmigo, por mucha coraza afecta, como persona afecta.»

Más de 30 años dedicado a los pacientes de su pueblo, su dedicación y entrega es correspondida por el cariño y afecto que le demuestran todos sus pacientes, muchos lo han tenido desde el momento de nacer, y esa confianza plena hace de estos profesionales todo un punto de apoyo para muchas familias.


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