Cáceres, 4 de noviembre de 2024 – La plataforma Salvemos la Montaña ha intensificado su campaña contra el proyecto de mina de litio en la Sierra de la Mosca, a pocos días de la manifestación convocada para el domingo 10 de noviembre. A través de recreaciones digitales en 3D, han mostrado el impacto visual de algunas de las infraestructuras asociadas a la explotación, como el megavertedero y la planta de tratamiento químico, alertando sobre las graves consecuencias para el medio ambiente, el patrimonio y la salud de los cacereños.
Isabel Perianes y Pablo Ramiro, portavoces de la plataforma, han denunciado que el proyecto «sigue plagado de contradicciones» y que generaría «impactos completamente inasumibles». Según los datos de la propia empresa, Extremadura New Energies (ENE), el vertedero principal ocuparía 47,5 hectáreas y alcanzaría una altura de 66 metros, convirtiéndose en una gigantesca estructura visible desde gran parte de la ciudad.
Megavertedero con alto contenido en arsénico:
«No se trata de un simple vertedero de roca inerte», ha advertido Ramiro. El vertedero albergaría más de un millón de toneladas al año de residuos con alto contenido en arsénico y sulfuros, que podrían reaccionar con el aire y el agua, generando un grave riesgo de contaminación. Además, se situaría a tan solo 600 metros del casco urbano, sobre el acuífero de El Calerizo, poniendo en peligro la Ribera del Marco y el abastecimiento de agua a la ciudad.
Dudas sobre la viabilidad del proyecto:
Salvemos la Montaña cuestiona la viabilidad del proyecto y acusa a la empresa de «minimizar el impacto social» y «facilitar la obtención de una Declaración de Impacto Ambiental positiva».
Uno de los puntos más controvertidos es el «backfilling», la reincorporación de residuos a la mina. ENE afirma que podrá reintroducir el 80% de los residuos, pero la plataforma sostiene que este porcentaje es «completamente inviable e irreal», basándose en datos de otras minas de litio. Si el porcentaje de «backfilling» fuera menor, el tamaño del vertedero se multiplicaría, agravando aún más su impacto.
Movilización ciudadana:
Para concienciar a la población sobre los riesgos del proyecto, Salvemos la Montaña está llevando a cabo un ciclo de charlas informativas por toda la ciudad. «Lo que conocemos del proyecto es tan preocupante o más, pues el impacto de la planta de tratamiento es demoledor y pone en serio peligro la habitabilidad de nuestra ciudad», ha alertado Isabel Perianes.
La plataforma ha hecho un llamamiento a la participación en la manifestación del domingo 10 de noviembre, que partirá a las 12:00 horas desde la Plaza de América hasta la Plaza Mayor, para mostrar el rechazo ciudadano al proyecto. «Unos planes que atentan contra nuestra salud, nuestro futuro e incluso nuestro presente como destino turístico natural y cultural de primer orden», han declarado.
Además de la movilización ciudadana, Salvemos la Montaña ha presentado un recurso de alzada contra la admisión a trámite del proyecto por parte de la Junta de Extremadura y no descarta acudir a los tribunales para «contener la tramitación».