Rómulo Peñalver pra Digital Extremadura. 12 de agosto de 2025.- Casas de Don Pedro se hizo escuchar este fin de semana pasado en el corazón de Aranda de Duero. La culpa la tienen Sanguijuelas del Guadiana, el joven trío pacense que lleva meses recorriendo España de festival en festival y que este viernes puso patas arriba la Plaza del Trigo del Sonorama Ribera, uno de los escenarios más emblemáticos del panorama musical nacional.
Con apenas 20 y pocos años, Juan Grande (guitarra), Víctor Arroba (bajo) y Carlos Canelada (guitarra y voz) han conseguido lo que muchos sueñan: ganarse al público a base de energía, complicidad y raíces. Y vaya si lo lograron.
Extremadura en alto, indie con charanga
El concierto comenzó con una declaración de intenciones: charanga en mano, y con la “Charanga de bar en bar” llegada desde su pueblo, interpretaron hasta versiones de indie patrio como Valiente, de Vetusta Morla, que la plaza coreó y bailó como si se tratara del propio himno del festival. Entre el público, ondeaban banderas de Extremadura y hasta colgaban de los balcones, recordando que en esa cita la tierra verde y blanca también tiene mucho que decir.
Invitados de lujo y emociones a flor de piel
El recital fue subiendo de temperatura. Tras su ya conocida 100 amapolas, el grupo dio paso a un desfile de invitados que puso la guinda a la actuación:
- David Ruiz, de La M.O.D.A., con el que interpretaron Intacto.
- Celia Romero, que emocionó con su Revolá.
- Antonio García, de Arde Bogotá, con el que desataron la plaza con Mirando por los míos.
La conexión fue total: músicos y público respiraban al mismo compás.
Un final con raíces
Cuando parecía que no quedaba más por dar, Sanguijuelas del Guadiana cerraron con el himno de Extremadura, un gesto que arrancó aplausos, vítores y alguna lágrima. Fue la manera perfecta de reafirmar que, aunque viajen de norte a sur, la tierra de la que vienen siempre viaja con ellos.
De pueblo a pueblo
En sus redes sociales resumieron la experiencia con un mensaje directo:
“Ayer llegamos del pueblo al pueblo con nuestra verbena y será uno de esos días que se quedarán siempre en el recuerdo… Mil gracias a David Ruiz, Celia Romero y Antonio García por hacer todavía más especial el día de ayer y hacernos sentir como auténticos niños. Y como no podía haber verbena sin charanga, nos la trajimos desde casa”.
Este sábado, el viaje continúa rumbo a Viniegra de Abajo (La Rioja), donde el festival Somos Sierra Sonora espera recibirlos. Pero lo de Aranda ya es historia viva en su joven carrera: una demostración de que la música, cuando se hace con verdad y orgullo de raíces, no entiende de fronteras.