SE MASCA LA TRAGEDIA (II)

Se me viene a mis oídos aquella pegajosa cancioncilla que cantaban las muchachas del pueblo, cuando jugaban al corro: “De Cataluña vengo de servir al rey, ¡ay, ay!, de servir al rey, de servir al rey; y traigo la licencia de mi coronel, ¡ay, ay!, de mi coronel, de mi coronel (…)” Dicen algunos que […]