Reivindicar lo obvio
Al día siguiente recordé, divertida, que a nadie se le ocurrió sacar un móvil, hacer una foto y colgarla en la red para que todo el mundo viera lo bien que estábamos y como la anfitriona, pianista consumada, nos regaló, con todo y tendiditis, un par de piezas. Quizás seamos capaces de sentarnos a una […]